Hugo Rovira ha ocupado puestos de alta responsabilidad en Cirsa o Meliá Hoteles. Desde 2013 forma parte del equipo directivo de NH. Es el encargado de establecer las líneas estratégicas de esta cadena hotelera en España, Portugal y Andorra. Hoy será uno de los ponentes en Andalucía Management, un encuentro que reunirá a 400 directivos andaluces en el Palacio de Ferias. Ayer le concedió una entrevista a este diario en la que adelantó fuertes inversiones en Málaga capital.

-¿Qué quieren los clientes hoy en día?

Nuestra profesión ya no es vender camas, sino algo más. Los clientes buscan experiencias aunque siguen queriendo que se cumplan los básicos. Un hotel ante todo es hospitalidad. La tecnología es secundario. En NH entendemos que tenemos que dar una cama, un televisor o una ducha mejores que los de casa. Como experiencia cuidamos mucho la gastronomía y trabajamos con varios chefs con estrellas Michelin. También apostamos por la tecnología como experiencia y damos la posibilidad de hacer reuniones con hologramas de personas.

-El sector hotelero está que trina con las viviendas turísticas. En Andalucía se está haciendo un borrador. ¿Qué opina usted?

-El fenómeno no es nuevo. Es verdad que los hoteleros no hemos sabido cubrir bien tres necesidades de los clientes, como son todo lo que tiene que ver con viajes multifamilia; las estancias largas de trabajadores; y personas jóvenes que viajan con poco dinero. Los hoteleros estamos repensando la oferta para dar servicio a este tipo de personas. Pero lo que decimos con las viviendas es que existe una competencia desleal. Hay que legalizar las viviendas, pero con igualdad.

-Creo que los destinos urbanos han pasado peor la crisis que los costeros.

-Sí. La situación, salvo en San Sebastián, Barcelona o Málaga, ha sido dramática por la reducción del consumo de las empresas y de las familias. Se ha pasado muy mal. El sector ha bajado un 40%. En España tenemos muy buena oferta hotelera, pero es la más barata de Europa. Si cobramos poco no podemos pagar mucho. Pero todo lo que baja sube y notamos una mayor alegría desde junio de 2014. NH ha pasado siete años muy difíciles, con pérdidas incluso, y este año vamos a volver a los beneficios. Estamos invirtiendo 220 millones en la renovación de hoteles.

-Comenta usted que Málaga se ha defendido bien.

-Sí. Es motivo de alegría que haya ido bien la Costa del Sol pero hay que replantearse el modelo porque ha sido por el efecto de los disturbios por la primavera árabe. En el Magreb, tarde o temprano, volverán a funcionar y siempre serán más baratos que nosotros por lo que pagan de sueldos o por lo que vale el suelo. En España se apostó por el volumen y ahora hay que apostar por la calidad. La Costa del Sol tiene un momento bueno pero con turistas prestados. Respecto a Málaga capital, ha hecho bien los deberes, ha sabido atraer iconos culturales como el Thyssen o el Pompidou y ha ampliado su capacidad aérea con el aeropuerto. Es un destino que mezcla muy bien negocio y ocio.

-¿Prevén nuevas inversiones en la ciudad?

-Sí. En el NH Málaga tenemos el solar contiguo y vamos a doblar la capacidad del hotel. Vamos a tener 120 habitaciones más y llegaremos a unas 250 habitaciones. Durante el año que viene deberíamos iniciar los trámites y las obras. Nuestra apuesta por Málaga es fuerte y también estamos mirando para abrir en Málaga un NH Collection, que es nuestra gama premium. Sería un cinco estrellas, más chico que el NH Málaga, tipo boutique en pleno centro de Málaga. Es lo que estamos buscando. -¿Han visto ya algún lugar?

-Por supuesto. Estamos en búsqueda activa.

-¿Se marcan algún plazo?

-Eso depende porque no estamos dispuestos a pagar lo que no valen las cosas. Eso es un aprendizaje de la época de crisis. Las inversiones en los hoteles son a largo plazo y en 20 años pasa de todo. Buscamos un hotel que reúna la condición de buena ubicación, pero con una renta que sea normal. Que sea negocio para todos, no pan para hoy y hambre para mañana. Ya hemos mirado varios edificios existentes.