"Quieren meterme en la cárcel sin pruebas. Sólo luché por una sociedad justa"
Un condenado por agredir a policías en una protesta asegura que cuida de sus padres enfermos y pide su indulto
"No es ético condenar a una persona sin ninguna prueba". Francisco Molero, un joven de 27 años que se enfrenta a una pena de cinco años de cárcel y a 16.000 euros de multa por participar en la manifestación Rodea el Congreso, está dispuesto a que su defensa lleve el caso hasta el Tribunal Europeo si llega a ingresar en prisión. Sus padres, uno de ellos impedido, han solicitado su indulto. "Soy el único que cuida de ellos. Hemos presentado varios partes médicos. Están enfermos del corazón. Su salud ha empeorado por la situación en la que me encuentro", precisa Molero, que también pide la suspensión de la ejecución de la sentencia.
El joven está desempleado desde hace dos años. Antes trabajaba como educador en una comunidad terapéutica, donde atendía a personas con problemas de drogadicción. Ayer volvió a concentrarse frente a la Ciudad de la Justicia junto a numerosos colectivos que forman la plataforma Molero libertad y varios representantes políticos para evitar entrar en la cárcel. Mañana, lo hará de nuevo en otra manifestación que ha sido convocada en la Plaza de la Marina. Gracias a la campaña impulsada para su absolución, ha conseguido ya parte del importe de la sanción que debe pagar.
Su caso se remonta a 2013, cuando fueron detenidos, recuerda, un total de 15 personas, cuatro de las cuales eran menores, que quedaron posteriormente en libertad. "Los 11 restantes estuvimos metidos en el mismo calabozo. Soy el único que sigue condenado después del arresto. Quieren ir a por mí", recalca.
Según reza la resolución judicial, el joven participaba en una concentración ante el Congreso de los Diputados. En un momento determinado, después de que los antidisturbios de la Policía Nacional ordenaran a los manifestantes que se desplazaran, tiró piedras y losas de la calle y las lanzó contra estos. Su versión es otra. "Fue un infierno vivir aquello por la brutalidad de la Policía. Nos insultaron mientras nos pisoteaban los pies. Ya en los calabozos, alguno nos dijo que no íbamos a ser capaces de volver a pisar el Congreso", añade.
La sentencia recoge que Molero ocasionó a varios efectivos contusiones y una rotura fibrilar. La Audiencia Provincial de Madrid considera que es responsable de atacar a varios policías nacionales, pero él asegura que se le acusa sin fundamentos y que no protagonizó esos hechos. Su intención era, defiende, "sólo protestar y demostrar a la sociedad que no estamos de acuerdo con los recortes ni con las políticas que se están aplicando". "Pedíamos la unión del pueblo para cambiar el sistema", sostiene.
El acusado apostilla que el juicio al que fue sometido estuvo "lleno de contradicciones de los cuatro agentes que entonces declararon", por lo que contempla la posibilidad de demandarlos. Asimismo, resalta que nunca antes había tenido problemas con la Policía. "Ser joven y revolucionario no es una contradicción. Mi objetivo es conseguir una sociedad más justa e igualitaria", afirma.
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