Málaga

Reactivan el proyecto de un centro comercial en la antigua fábrica Salyt

  • Un nuevo promotor privado alcanza un acuerdo para la compra de la parcela y mantiene ya conversaciones con Urbanismo

Imagen de archivo de la antigua fábrica de ladrillo Salyt

Imagen de archivo de la antigua fábrica de ladrillo Salyt

La posibilidad de que la antigua fábrica de ladrillo Salyt, en estado de abandono desde hace casi una década, acabe convirtiéndose en un centro comercial se reactiva. Fracasado el intento impulsado en 2018 por un fondo de origen holandés, la opción renace de la mano de otro actor privado, que, según las fuentes consultadas, habría alcanzado un acuerdo de compraventa con la propiedad de las instalaciones, Myramar y Edipsa.

Aunque las fuentes no dieron detalles de la identidad de la firma adquiriente ni de la suma en la que se valoró la transmisión, todo hace indicar que la formalización de la enajenación queda condicionada a que concluya en buenos términos los trámites urbanísticos que serán precisos para otorgar la condición de comercial a este espacio.

Preguntado por esta operación, el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, confirmó la existencia del acuerdo e incluso precisó que desde hace algunas semanas ha habido reuniones con los compradores para conocer el proyecto que quieren desarrollar en la vieja fábrica. El camino que tendrá aún que completar el promotor del centro comercial se antoja largo en el tiempo, en particular por la necesidad de ajustar la calificación del terreno, actualmente industrial. Y ello incluye el necesario trámite ambiental.

Ante esta circunstancia, el edil del PP confirmó su intención de ir de la mano de los privados y pedir una cita con la Delegación de Medio Ambiente para conocer qué van a necesitar para disponer de la declaración ambiental. "La idea es que todo el proceso sea lo más rápido posible", expuso López. No han trascendido detalles ciertos sobre el tipo de espacio comercial ni de la edificabilidad contemplada.

La novedad abre una puerta a la recuperación de este espacio, localizado al norte de la Avenida Valle Inclán. Una posibilidad que ya se manejó de manera seria hace alrededor de año y medio, cuando el grupo Ten Brinke optó por desistir de la compra del terreno y el desarrollo de una superficie comercial. Una renuncia que se produjo tras varios años de negociación con Urbanismo para adaptar la transformación de la parcela y cuando parecían perfilados los detalles de la operación. Incluso, se redactó un borrador de convenio con el Ayuntamiento.

En esta actuación preveía una inversión superior a los 30 millones de euros, incluyendo una importante aportación económica para la transformación de las infraestructuras viarias del entorno, así como el abono de una suma económica al Ayuntamiento. La superficie alquilable prevista era de 30.000 metros cuadrados de techo.

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