Reconocimiento al colegio al que dio nombre San Estanislao

Probablemente, cuando Estanislao de Kotska, polaco de nacimiento, viajó a pie hasta Roma en el siglo XVI para demostrar su interés en entrar en la Compañía de Jesús a pesar de que su familia estaba en contra, tendría poca idea de que lo que era Málaga. Mucho menos de que con el tiempo daría nombre a un colegio en la barriada de El Palo. Y aún menos que el Ayuntamiento de la ciudad, concedería una medalla de oro al centro educativo en su 125 aniversario.

El galardón fue recibido ayer por el director del colegio San Estanislao de Kotska, Antonio Pascual, de manos del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, después de la celebración de un Pleno extraordinario municipal para ratificar la distinción de la ciudad al colegio. Se trata del acto central del 125 cumpleaños del centro, que programa una amplia agenda de actividades por la efemérides.

Tampoco sabría Estanislao que el primer colegio jesuita de la capital ya existía en su época en la actual sede del Ateneo de Málaga, público y gratuito y financiado por lo que rendían unas tierras en Teatinos. Ni que dos siglos después Carlos III expulsaría a su comunidad de la ciudad. Su vuelta no sucedería hasta finales del siglo XIX, cuando el Marqués de Iznate cedió la finca denominada La Casa Grande, de 34.000 metros y que se ubicaba a los pies del monte de San Antón, extendiéndose hasta la propia playa. Allí, en tan sólo un año y por un precio de más de 300.000 pesetas se construyó el edificio (construido por Jerónimo Cuervo, que también hizo el Teatro Cervantes) que inició su primer curso en 1882 con 96 alumnos. Desde entonces, son numerosos los nombres de personalidades que han pasado por sus aulas: el filósofo José Ortega y Gasset, el poeta de la generación del 27 Manuel Altolaguirre, el pintor Félix Revello de Toro, y nombres más actuales como Bernardino León Gross, Nacho Rodríguez, Álvaro Domecq, los hermanos Jiménez Villarejo e incluso el guardia civil asesinado por ETA el pasado miércoles, Juan Manuel Piñuel.

En sus instalaciones el centro cuenta con un impresionante animalario compuesto por numerosas especies animales disecadas, así como un gran museo de historia natural y aparatos científicos, como un telescopio Gregory del que sólo hay dos ejemplares en todo el mundo. "El patrimonio del San Estanislao es impresionante. Y seguirá creciendo", explicaba ayer el director.

Ahora, más de un siglo después de su creación, el colegio alberga a un total de 1.600 alumnos que van desde los 3 hasta los 18 años, con todos los niveles concertados salvo el Bachillerato. Alberga un módulo de FPO de cocina, un club deportivo, otro scout, otro de montaña, campos de trabajo en verano, dos corales musicales, una pequeña asociación teatral y también su actividad pastoral. "Somos una de las instituciones más antiguas de la ciudad y estamos muy orgullosos de seguir adelante con nuestra calidad educativa", concluyó el director del colegio San Estanislao de Kotska, muy contento de recibir su medalla.