Con la llegada este pasado lunes del buque Seher S y si no hay cambios de última hora, la exportación de nitrato amónico desde el puerto de Málaga cerrará el presente ejercicio con unas cifras de récord. Tras concluirse esta operativa en la que se cargarán con destino al puerto israelí de Haifa 2.300.000 kilos de nitrato amónico transportados en 2.300 grandes bolsas de una tonelada, el tránsito de este producto reflejará en el año que está a punto de finalizar un total de 12 operaciones; unos trabajos realizados todos ellos en la terminal del muelle número nueve.

Después de iniciarse este tráfico en 2020 con siete salidas y continuarse con diez en 2021, el presente ejercicio afianza y aumenta esta línea de exportación con una docena de cargas; una significativa circunstancia que también ha visto ampliados el número de países a los que se ha enviado esta mercancía desde aguas malacitanas. Efectuadas en 2020 y 2021 navegaciones a puertos de Marruecos, Mauritania, Túnez y Eritrea, en este año en curso, tras repetir una vez Mauritania y tres Eritrea, la exportación malagueña de nitrato ha llegado a Guinea en dos ocasiones y una a Ghana e Israel respectivamente, teniendo además una muy especial significación los cuatro envíos trasatlánticos que han tenido como destino el puerto sudamericano de Paramaribo en Surinam.

Llegado por carretera, el nitrato amónico que es empleado para la fabricación de fertilizantes y explosivos de uso industrial está clasificado como una mercancía peligrosa. Cargado básicamente a granel en las denominadas big bags, unos sacos de gran resistencia que de una forma estandarizada pueden contener entre 1.000 y 1.225 kilogramos cada uno, la exportación malagueña de este 2022 también lo ha visto salir en emulsión; unas operativas estas en la que esta mercancía se a cargado junto a otros productos explosivos.

Mantenidas unas estrictas medidas de seguridad y un protocolo que no permite que el nitrato pueda almacenarse en suelo portuario, los camiones que lo transportan deber realizar la carga de una forma directa en las bodegas de los barcos por medio de una grúa.

Ejecutada esta línea de exportación a demanda del producto, las doce operativas realizadas en el año que está a punto de finalizar que han sido efectuadas por 11 buques diferentes con cargamentos de entre 2.000 y 3.000 toneladas por viaje propician buenos augurios para este tipo de tráfico en 2023.