La rotura del sifón de la Villa en el Valle del Guadalhorce, que durante el último riego de emergencia, dejó sin agua a unas 2.000 hectáreas los últimos días de este, va a ser arreglada por la Junta, que quiere que las obras terminen antes de marzo. Asimismo, el agua que recibirán los cultivos del Guadalhorce saldrá de los pozos de los que disponen los regantes y de las precipitaciones que se produzcan estos meses.

El pasado domingo, los regantes de Valle del Guadalhorce cortaron el agua del riego de emergencia en el sifón de la Villa debido a una rotura por la que se estaba perdiendo el agua. Ahora, tras reunirse este miércoles pasado los regantes del Valle del Guadalhorce con el director del Sistema de Explotación del Guadalhorce Limonero y Fernando Fernández Tapida, delegado territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, les han confirmado que esta rotura que impide que pase el agua hacia una zona de cultivos de Alhaurín el Grande y Cártama, estará reparada para marzo. Igualmente, Fernández Tapia informó a este periódico que la Junta quería tener el sifón arreglado antes de la temporada de riego “para que no sufran pérdidas en esa zona”.

Una vez finalizado el riego de emergencia, los regantes de la zona solo cuentan con el agua de las precipitaciones y de los pozos. En este sentido, Francisco Díaz, presidente de la Asociación Provincial de Regantes de Málaga (Aprema), asegura que entre todos los regantes han acordado que harán uso de los pozos que muchos agricultores tienen en sus terrenos para así “salvar los cultivos hortícolas porque los cultivos arbóreos aguantan un poco más”.

Sin pozos para regar

El problema, insiste, reside en que hay agricultores que no cuentan con pozos en sus terrenos. Por ello han decidido, según Díaz, que “nos vamos a coordinar con algunas comunidades de regantes que están afectadas para intentar bombearles agua de alguno de los pozos que estén más cerca de su canal”.

Salvador Aragón, vicepresidente de la comunidad de regantes de la Acequia del Guadalhorce, es uno de los productores que tiene un pozo en su terreno, por lo que va a salvar sus cultivos gracias al agua que tiene ahí. Con respecto a la idea de compartir el agua de los pozos con otros agricultores sostiene que es la única solución que han encontrado ante la falta de precipitaciones y remarca que intentarán ayudarse “unos agricultores a otros para así salvar lo que se pueda”.

Las lluvias que puedan producirse estos meses también beneficiarían a los agricultores del Valle del Guadalhorce, ya que sus cultivos se regarían sin la necesidad de utilizar el agua de los pozos. Por esta razón, el vicepresidente de la comunidad de regantes de la Acequia del Guadalhorce insiste en que “ahora nos queda rezar para que llueva”, porque si esto sucede “se salvarán los cultivos hortícolas”, entre los cuales están las plantaciones de alcachofas, coliflor, calabacín, hierbabuena o perejil. Con respecto a los cultivos arbóreos, intuye que aunque no llueva se podrán salvar, pero “los cultivos sufrirán”.