Cerveza Victoria es parte de la historia de Málaga. Su primera fábrica fue fundada el 8 de septiembre de 1928, coincidiendo con el día de la patrona de la ciudad, de la mano de Ricardo y Luis Franquelo en El Perchel. Eran toneleros y su objetivo era crear una fábrica de cerveza moderna, con los últimos adelantos tecnológicos y se fijaron en las cervezas alemanas, hasta el punto que su maestro cervecero en la década de los 30 fue el germano Heinrich Dietz. Ayer, 89 años después, se abrió oficialmente una nueva factoría de esta cerveza, en esta ocasión en la Avenida de Velázquez, también con los últimos adelantos tecnológicos y con el reto de convertirse en un punto de encuentro social entre los malagueños.

Victoria se hizo muy popular por su eslogan Malagueña y Exquisita y la imagen del gordo, al que también llamaban Pepe Mena, un concejal de la época que tenía gran parecido. No obstante, su primera campaña publicitaria tenía otro reclamo: La más fina. Apostaron por esa frase porque Victoria tenía un nivel de filtrado superior al de otras cervezas de la época y, servida tanto en botella como en barril, tuvo mucho éxito.

La cerveza tenía una numerosa clientela en Málaga y la fábrica trabajaba a buen ritmo, pero con el estallido de la Guerra Civil en 1936 tuvo que cerrar y Dietz prefirió regresar a Alemania. El recinto no resultó especialmente castigado en esos primeros meses de conflicto bélico y pudo retornar la actividad en febrero de 1937. Fueron momentos duros.

El gran salto comercial de Victoria se produjo en 1952 casi de forma casual. Un nuevo anuncio, que hoy en día sigue siendo el emblema de la marca, apareció en la revista La Saeta de Semana Santa. El lema era Malagueña y Exquisita y se popularizó con el boom turístico de los años 60 y 70 en la Costa del Sol.

Las obras de la prolongación de la Alameda obligaron a los dueños de la fábrica a desplazarse y se trasladaron al polígono Guadalhorce en 1971. La competencia aumentaba de forma exponencial y en los años 90 la marca fue adquirida por Cruzcampo que, a su vez, fue absorbida por Heineken, poniendo fin a la fabricación de Victoria en Málaga en 1996. El grupo Damm la compró en 2001 y la ha estado produciendo en una fábrica en Murcia, aunque ahora vuelve a Málaga.