La Reina Letizia, acorde a su particular interés por los problemas de índole social, se  trasladó este jueves hasta Málaga para presidir el II Congreso Internacional de Trata de Seres Humanos. 

El acto, en el que intervinieron relevantes especialistas a nivel nacional e internacional y promovido por la asociación gaditana Betania, tuvo como hilo conductor la importancia de luchar contra este tipo de delitos desde distintos campos de actuación y perspectivas, como el activismo en pro de la mujeres o la fundamentación legal. Siempre, en cualquier caso, con la mirada puesta en un objetivo común: el fin de la explotación. 

Un aspecto al que destinan especial esfuerzo desde la propia Betania, que atiende a personas en exclusión social o en riesgo, con especial atención a víctimas de trata. De hecho, la asociación cuenta con un proyecto piloto puesto en marcha en 2021 en Málaga, Almería y Cádiz (con vistas de extenderse a toda Andalucía), consistente en brindar soporte a mujeres explotadas sexualmente mediante desplazamientos hasta polígonos donde operan o burdeles para comunicarse con ellas de primera mano. 

Aunque su actuación también es extensible a aquellas que no son víctimas. Desde principios de año, en total, han realizado 7.044 actuaciones y atendido a 2.789; 426 de ellas confirmadas como víctimas. La mayoría de las intervenciones tuvieron como objeto a mujeres de origen magrebí, de Europa del este y países latinos, en especial, Colombia. 

El congreso, por su parte, contó con una conferencia impartida por la fiscal de Sala Coordinadora de la unidad de Trata de Personas y Extranjería, Beatriz Sánchez Álvarez, quien aseguró que la pobreza "tiene nombre de mujer" y que este problema debe abordarse con especial atención en la infancia por dos motivos: para "erradicarlo" de forma temprana y porque "son un grupo fácilmente captable y vulnerable". 

La fiscal abogó, en suma, por abordar esta problemática desde una perspectiva de género, ya que la trata afecta mayoritariamente a las mujeres: un 75 %, expresó, son mujeres y niñas, un porcentaje que en el caso de la trata con fines de explotación sexual alcanza el 98 %.

Asimismo, Sánchez Álvarez afirmó que el modelo que debería regir al país en cuanto a trata de blancas debiera ser "abolicionista, como el de Francia" con el fin de luchar contra "la prostitución activa". También detalló que desde la Fiscalía General del Estado analizan "cientos de casos" a diario; de mujeres "sometidas en clubes de alterne", pese a que su principal preocupación son aquellas que "no van a denunciar porque consideran que no están obligadas". 

En este sentido, señaló que la legislación ha de ir acompañada "de la protección integral a la víctima, que ya ha sufrido demasiado y el sistema muchas veces la victimiza". A lo que añadió que la cooperación internacional entre estados e instituciones "es clave" en la lucha contra la trata, un fenómeno que "se ve alentado por las migraciones que provocan los conflictos bélicos o la crisis climatológica".

Quiso, además, trazar una radiografía completa de la esclavitud y sus múltiples actores involucrados. Desde las mafias, que, citando a la ONU, "generan 40.000 millones al año", constituyendo la "segunda actividad delictiva más lucrativa tras el comercio de armas y a la par que el de drogas"; y hasta las propias mujeres explotadas con fines sexuales", cuyo número se cifra en "20 por cada una que es detectada" por las autoridades. 

Un fenómeno que, según relató, tuvo su boom a mitad del siglo XX, pese a haber existido siempre, por el "crecimiento exponencial de la población y los movimientos migratorios". Hechos que, unidos a los avances tecnológicos y su forma derivada de mirar del mundo, resultan el caldo de cultivo perfecto para los grupos criminales que comercian con personas, que "aprovechan las desigualdades en origen" de las mujeres que migran "en busca de un futuro mejor". 

En otro orden de cosas, cabe destacar que se da la circunstancia de que ésta es la segunda visita de un miembro de la Familia Real a la capital en apenas unos días, toda vez que el pasado 21 de septiembre la Reina Emérita doña Sofía acudió al Congreso Internacional de Enfermedades Neurodegenerativas, mostrando de manera desinteresada, ya después de su retiro oficial de sus obligaciones regias, su compromiso con las cuestiones humanitarias.