Su excelente calidad, el entorno donde se cultiva y el trabajo de la gente han sido las principales bazas de la candidatura de las uvas pasas moscatel para conseguir la declaración de Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (Sipam). El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, lo hacía público el jueves por la tarde aunque no será hasta mañana cuando llegue la certificación oficial. Entonces la alegría corrió de teléfono en teléfono. En la Axarquía sabía que habían hecho un buen trabajo pero no esperaban que apenas seis días fuesen suficientes para que el Comité Científico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agroindustria (FAO) decidiera convertir a la uva pasa en el primer cultivo protegido de Europa. Y fue eso, la gran materia prima de la que se partía, las viñas encaramadas en las laderas y su laboriosa faena. Sus pueblos y su gente pusieron la guinda.

"Estamos sorprendidos de la rapidez con la que nos lo han comunicado y ahora, contentísimos. Ha sido un trabajo muy completo en el que todo el mundo ha colaborado", manifestaba Juan Gámez, miembro de la Asociación Moscatel y uno de los impulsores de esta iniciativa quien sobre todo agradeció el apoyo técnico realizado por la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (Agapa) dependiente de la Junta de Andalucía. Dos equipos, desde Málaga y Córdoba, han estado montando el expediente en el que incluso han conseguido incluir un mapa con 5.000 paseros que podría n ser declarados bien de interés patrimonial, según opinó Gámez.

"Esto es sólo el principio, ahora tenemos que elaborar un plan de acción"Juan GámezAsociación Moscatel

"Esto es sólo el principio. Ahora tenemos que elaborar un plan de acción para mantener el viñedo y establecer líneas estratégicas para mejorar la comercialización o como mantener mejor el cultivo", expuso el promotor quien puso como ejemplo la automatización de los toldos de los paseros cuando hay previsión de lluvias". En el mismo sentido, se expresó José Gámez, alcalde de Almáchar, quien explicó que se trata de un cultivo de pequeños propietarios que tienen entre media y una hectárea y media, y por tanto, la consecución del Sipam supone que las administraciones continúen apoyándolo. "Deben seguir manteniendo o incluso aumentar las ayudas europeas, las acopladas que concede el Estado como las agroambientales de la comunidad autónoma. Es una forma de blindarnos y de conseguir apoyo", destacó el regidor de uno de los municipios junto a El Borge que más superficie de viñedo tienen. A éstos le siguen Moclinejo, Cutar e Iznate y Benamargosa. En la zona norte todavía mantienen este cultivo milenario en Canillas de Aceituno, de Albaida y La Viñuela, que precisamente toma el nombre por la planta. En la zona más orienta de la Axarquía, quedan algunas en Arenas y Sayalonga. En total, hay más de 2.000 familias que se dedican a la uva pasa moscatel.

"Ahora vamos a conseguir que sea más viable vivir de las viñas y que se incremente el valor añadido del producto. Por un lado, podremos abrir nuevas vías de comercialización, de presentación de producto, de uso en la alta cocina; y por otro que sea un reclamo turístico", opinó. También el alcalde de Iznate, Gregorio Campos, cree que ahora se abren nuevas posibilidades para la uva pasa en torno al turismo paisajístico y las rutas organizadas a lagares y bodegas donde se elaboran moscateles. "En la candidatura nos hemos esforzado en demostrar que no se trataba simplemente de un cultivo y una actividad puramente agrícola o económica sino que encierra mucho más valores", subrayó el también presidente de la Mancomunidad de la Axarquía.