La Sección Octava de la Audiencia de Málaga revisa hoy la situación de prisión del conductor del vehículo todoterreno imputado en relación con el accidente del autobús ocurrido el pasado día 19 de abril en la autovía entre las localidades malagueñas de Torremolinos y Benalmádena, en el que murieron nueve personas de nacionalidad finlandesa.

La Sala celebrará una vista a las 09.45 sobre el recurso presentado por la defensa contra el auto del Juzgado de Instrucción número 1 de Torremolinos, en el que se decretó prisión provisional sin fianza para el hombre, imputado por 52 delitos, como son conducción temeraria, conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas, nueve delitos de imprudencia grave con resultado de muerte y 41 delitos de lesiones por imprudencia grave.

Los hechos sucedieron sobre las 19.50 del día 19 de abril en el kilómetro 224,500 de la A-7 en sentido Málaga y, según los informes de la Guardia Civil, el todoterreno circulaba por el carril izquierdo a una velocidad "superior" a la genérica de la vía e "inadecuada" a las condiciones en ese momento, ya que llovía y había viento.

El imputado, que estuvo algunos días ingresado en el hospital, lamentó en su declaración judicial los resultados del accidente, en el que además de los nueve fallecidos, otras 41 personas resultaron heridas de distinta consideración. Además, aseguró que le causaba "horror" pensar en lo ocurrido, explicaron. En su testimonio, el conductor apuntó que si pasaba el límite de velocidad era en muy poco y debido a que terminaba un tramo descendente de la carretera. En relación al alcohol consumido, admitió haber tomado dos cervezas tamaño caña, pero a las 15.00, a pesar de lo cual dio positivo en las pruebas de alcoholemia realizadas tras el siniestro.

Hasta el momento han comparecido varios testigos del accidente, entre los que se encuentra el conductor del autobús, personado en la causa, quien dijo que tras el golpe recibido en la parte trasera izquierda del vehículo sólo recuerda que intentó enderezar el vehículo, no recordando siquiera que llegara a volcar ni que saliera despedido del mismo. Sí afirmó que activó un dispositivo que regula la velocidad a 99 kilómetros por hora.

Por su parte, la persona que iba como copiloto en el todoterreno, acompañando al conductor, coincidió con éste en que venían de una barbacoa y declaró que sólo vio al imputado bebiendo cerveza, aunque no puede asegurar si bebió algo más. A ello agregó que desde que salieron no apreció nada extraño en la conducción, sin percatarse de la velocidad a la que iban.