Roban en dos peluquerías haciéndose pasar por clientas que pedían cita
En uno de los casos, se llevaron unos 700 euros Tres mujeres han sido detenidas



Dos hurtos en apenas tres días y con el mismo modus operandi. Ocurrieron en dos peluquerías, ambas situadas en la barriada malagueña de Santa Cristina. De una de ellas lograron llevarse 700 euros y, de la otra, una cartera con unos 100. "Yo estaba peinando a una muchacha. Entraron dos chicas que querían pedirme cita para el día siguiente. Una se acercó y me dijo que pretendía cambiarse el color del pelo y cortárselo. La que le acompañaba se sentó en medio de dos clientas que estaban esperando su turno", recuerda la propietaria del salón de belleza, Viviana Banderas, que hace honor a su nombre.
Cuando ésta se dirigió al ordenador, ubicado en la entrada del negocio, para registrar la petición, la actitud de las jóvenes le hizo sospechar. "Le pregunté a una de las clientas por su bolso y me respondió que lo tenía justo detrás de su espalda; estaba apoyada sobre él. No me quedé conforme y me acerqué al sofá. Miré y lo vi abierto. La mujer entonces se dio cuenta de que le faltaba la cartera, con unos 100 euros", narra la propietaria. En ese momento, las dos chicas que poco antes se habían interesado en pedir cita se apresuraron en salir de la peluquería. Eran, recalca Viviana, "jóvenes, de unos 25 años, agradables, simpáticas y, sobre todo, muy educadas".
Fuera las esperaba una tercera mujer, algo más mayor, en un vehículo aparcado a unos 50 metros del salón de belleza. "Un representante mío estaba fumando en la puerta mientras yo me quedaba libre para atenderle. Salí y le grité: '¡Sergio, cógelas!'. Se habían metido en un coche", precisa la encargada del local. El hombre corrió para acorralar al vehículo y, en una calle sin salida, se situó delante de él con los brazos levantados. "Circulaba a unos 30 ó 40 kilómetros por hora. Al principio me quedé bloqueado, pero luego reaccioné por la angustia que sentía al saber que le habían robado el dinero a una persona así como así. Les dije que me devolvieran la cartera y que todo quedaría en nada. Cuando me acerqué, reanudaron la marcha en el paso de peatones y el coche me dio un golpe. Ya había apuntado la matrícula", cuenta Sergio. Como consecuencia del accidente, sufrió un esguince en el tobillo derecho.
Al día siguiente, comprendió que el desenlace podría haber acabado en tragedia. "Hice lo que habría hecho cualquier persona que viera aquello, aunque, eso sí, tengo una niña pequeña y, si me llegan a embestir de frente, el daño podría haber sido mucho mayor. Di un salto y pude echarme hacia atrás", reconoce.
Tres días antes, las mismas responsables del hurto ya habían protagonizado otro parecido en una peluquería de la misma barriada. La excusa para entretener al dueño fue similar al caso anterior. "Me preguntaron por la posibilidad de sacar un bono de solarium y venir por la tarde. Mientras la atendía, otra persona metió la mano en el bote de las propinas con unos 700 euros. Estaba lleno de todo el año. Debieron de ponerle encima una sudadera porque no nos dimos cuenta", recalca John, el dueño. Después de contactar con la encargada de la otra peluquería afectada, ambos acudieron a Comisaría y reconocieron a las presuntas ladronas, que fueron detenidas por la Policía Nacional y, posteriormente, puestas a disposición judicial. En su caso se trataba del primer hurto, pero en el de Viviana era el segundo en el último año.
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