La cadena malagueña Roberto Martín, especializada en la venta de gafas de sol, está en pleno proceso de expansión y abrirá tres nuevas tiendas en apenas un mes. El pasado 22 de noviembre inauguró su primer local en Granada, en el parque comercial Nevada, y antes de Navidad prevé tener su segundo establecimiento en Córdoba -en el centro- y el segundo en Fuengirola. De esta forma, Roberto Martín cerrará el año con un total de 26 tiendas que están ubicadas en Andalucía (Málaga, Córdoba, Sevilla, Granada y Sanlúcar de Barrameda), la costa de Levante (Castellón, Alicante, Benidorm, Ondara y Orihuela), Murcia, Cartagena, Valladolid y Madrid (Fuenlabrada, San Sebastián de los Reyes y Majadahonda). Todas las tiendas son propias, cuentan con una plantilla que oscila entre los 120 y los 150 trabajadores -dependiendo de la temporada- y facturan 10 millones de euros. "Hubo un momento en el que pensamos abrir franquicias, pero no nos gusta el modelo", explica José Luis Martín, el fundador y propietario de la empresa.

Su historia es curiosa porque acabó en Málaga prácticamente de casualidad. Es madrileño y en los años 70 emigró, como otros tantos españoles, a Holanda para buscarse la vida. Trabajó en el sector del comercio y se asentó durante 22 años. "Tras todos esos años de lluvia y frío quería volver a España y buscaba un sitio de calor, por lo que dudaba entre Málaga y Alicante. Elegí Málaga por el carácter de la gente y estoy encantado", comenta Martín.

Llegó a la Costa del Sol en 1987 acompañado de su hijo Roberto, que trabaja codo con codo con su padre en la empresa y que representa el nombre de la marca. "Le pusimos Roberto Martín porque nos sonaba bien, igual que está Giorgio Armani o Roberto Cavalli", recuerda José Luis Martín, entre risas.

La adaptación a España, tras 22 años fuera, no fue tan sencilla. "Era un extraño en mi tierra y España había cambiado muchísimo", indica. En 1990 crea Europerga, una empresa que vendía gafas de sol y perfumes al por mayor procedentes de distribuidores que conocía en los Países Bajos, con un pequeño local en La Carihuela "que nos servía como estudio de mercado".

A principios de los 90 las gafas de sol se vendían en ópticas, pero no había cadenas especializadas. El negocio al por mayor funcionaba y "estuvimos dos o tres años filosofando sobre la posibilidad de abrir tiendas hasta que nos decidimos". Fue en 1994. Un cliente cordobés les dijo que iban a abrir un centro comercial en Córdoba y que podía ser una oportunidad. Alquilaron un local y abrieron su primera tienda. "Nadie tenía ni idea de cómo hacerla porque no existía el modelo, que nos lo tuvimos que inventar. Vinieron varios decoradores pero todos nos hacían una óptica y nosotros no éramos ópticos", narra. Fue un fracaso. "Se estaba saliendo de una crisis, ese centro comercial estuvo muy frío durante los primeros años y fue un desastre, con pérdidas por todos sitios", subraya Martín.

Sin embargo, fueron constantes en la idea y el triunfo llegó en 1996, con la apertura de una tienda en el centro comercial Larios en Málaga. "Sabíamos que tenía que funcionar, ahí fue donde dimos el gran salto y supuso una gran escuela para probar", explica el fundador de la empresa.

Su objetivo era crear una red de establecimientos donde el cliente pudiese encontrar toda la oferta disponible de gafas de sol. Fueron pioneros, pero hoy en día ya hay más cadenas en su sector, siendo Solaris y Sunglass Hut las más conocidas. Para diferenciarse de la competencia apostaron por crear una marca propia. "Teníamos que crear una línea con diseño propio, de calidad máxima en monturas y lentes a precios populares, entendiendo por tal entre 30 y 60 euros", explica José Luis Martín. La llamaron Roberto Sunglasses y en estos momentos tienen más de 650 referencias, polarizadas y sin polarizar, que les reportan el 70% de las ventas totales.

De cara al próximo año, Martín adelanta que abrirán una tienda en la calle Nueva en Málaga capital y están en negociaciones en otros municipios. Se quieren concentrar en la Costa del Sol, donde ya poseen nueve establecimientos, pero indican que su gran asignatura pendiente es Valencia, pues les interesa el mercado costero y es una gran ciudad en la que no están presentes.

En 2017 hará 30 años que José Luis Martín decidió vivir y trabajar en Málaga. Señala que está "muy orgulloso" de haber podido crear una red de tiendas desde la innovación, pues era un modelo que a principios de los 90 nadie había puesto en marcha. Hoy en día cuenta con más de un centenar de empleados y previsión de más contrataciones cuando se vayan abriendo nuevas tiendas.