Málaga

Rostros de la alopecia femenina en Málaga

  • Pese a que el 30% de las mujeres sufre pérdida de pelo, se trata todavía de una enfermedad invisibilizada

Integrantes de la asociación A Pelo en Málaga.

Integrantes de la asociación A Pelo en Málaga. / M. G. (MÁLAGA)

Hace apenas una semana que se celebró la 94ª edición de los Óscar, una de las citas más célebres del mundo cinematográfico que este año ha estado marcada por la bofetada que le propinó Will Smith al humorista Chris Rockcuando este último hizo un comentario desafortunado sobre la pérdida de pelo que padece la mujer de Smith, Jada Pinkett. Una actuación violenta que ha provocado todo tipo de opiniones -a favor y en contra-, pero que, sin duda, ha servido para poner el foco en la alopecia femenina, un asunto todavía invisibilizado en la sociedad actual, pese a que el 30% de las mujeres la sufren.

Con el objetivo de normalizar las calvas, ofrecer información sobre esta enfermedad y crear una red de apoyo nació en agosto de 2017 A Pelo, una asociación a la que pertenecen unas 250 personas -mayoritariamente mujeres-, y entre las que se encuentran las malagueñas María del Mar Oliver, Eva Galán y Trini Barrera

María del Mar Oliver: "Quería tener pelo ante todo y me he causado una infección en el intestino"

Un selfie de María del Mar Oliver. Un selfie de María del Mar Oliver.

Un selfie de María del Mar Oliver.

María del Mar Oliver (31) comenzó a perder pelo hace cinco años. Al principio, tenía calvas pequeñas y solo por la parte de atrás. Fue al médico y le dijo que no se preocupara, le aseguró que volvería a crecer pelo en esas zonas. Los medallones fueron aumentando de tamaño y regresó a su centro de salud. Esta vez, la derivaron al dermatólogo. El especialista le comunicó que tenía alopecia areata -una enfermedad autoinmune-, causada por una situación de estrés, por lo que le pinchó las calvas y recetó corticoides. La pérdida de pelo será temporal, le dijo el doctor. "Ya llevo años y en el confinamiento se me cayó prácticamente todo menos el flequillo", cuenta Oliver. 

Esta joven malagueña reconoce que su cabello siempre ha sido una parte física "muy importante" para ella, motivo por el que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de no perderlo. "Quería tener pelo ante todo y me he causado una infección en el intestino", lamenta. Después de los corticoides y los pinchazos en la cabeza, María del Mar Oliver comenzó un tratamiento "con pastillas muy fuertes". "Me provocaban vómitos y diarreas, pero me callaba con tal de tener pelo", admite. A día de hoy sigue lastrando los efectos de esa medicación, que ha hecho que le siente mal la comida. Y, aunque gracias al tratamiento mantiene parte de su melena, asegura que "preferiría estar calva a tener el problema de barriga".

Una noche de las tantas que tenía molestias por los problemas de intestino, María del Mar decidió entrar en Internet en busca de consuelo. Así, encontró A Pelo. Escribió a la asociación y a las 2:00 respondió su presidenta. "No estás sola", le contestó. Desde ese momento, la malagueña se unió a la red de "molonas" -así es como se llama el grupo de WhatsApp de la organización-, con las que ya se ha reunido varias veces.

-¿Qué opina sobre el comentario de Chris Rock y la respuesta de Will Smith?

-La violencia no está bien, pero sí nos ha venido bien para visibilizar algo  que no constaba en la sociedad. En estos días nos han llamado muchos medios de comunicación. La gente dice que se podía haber defendido ella, pero no. Seguramente está en un estado psicológico complicado y se quedó bloqueada porque no supo cómo reaccionar. Yo no creo que Will Smith fuera machista con ese comportamiento, yo veo que actuó así porque sabe el sufrimiento que se pasa, nadie se lo imagina.

Eva Galán: "Un cliente me preguntó cuánto tiempo de vida me quedaba"

Una foto de Eva Galán. Una foto de Eva Galán.

Una foto de Eva Galán. / M. G.

Eva Galán (44) comenzó también con alopecia areata a los tres años. Con cuatro, las calvas comenzaron a hacerse cada vez más grandes y perdió todo el pelo de la cabeza. Después del tratamiento de corticoides recuperó gran parte de su melena hasta hace apenas cuatro años, que volvió a perder la totalidad de su cabello y, esta vez, también el de las cejas y las pestañas. "Nunca pensé que iba a tener alopecia universal", reconoce. 

Confiesa que cuando perdió el de las cejas no se reconocía, "me miraba al espejo y no me veía a mí misma", recuerda. Pero, sin duda, indica que el que más echa de menos es el de las pestañas, "he tenido conjuntivitis todos los meses desde que las perdí y ahora no soporto el sol".

Desconoce si hay alguna posibilidad de que su pelo vuelva a crecer, ya que "no se sabe por qué el folículo está dormido y qué lo puede hacer despertar", señala. Sin embargo, ya ni siquiera tiene esperanzas porque le "da igual". Ha aprendido a cuidarse y a quererse con o sin pelo.

No obstante, reconoce que el camino no ha sido fácil ni lineal. En la primera fase le inundó la "tristeza"; después, el "odio" hacia sí misma; a continuación, el empeño de buscar cualquier solución, y, finalmente, la aceptación. "La última fase es la más dura, en la que más se sufre y llora, pero cuando la terminas te liberas de todo y consigues la felicidad contigo misma", manifiesta emocionada Eva.

Además, durante el proceso, la malagueña admite haberse encontrado obstáculos. "He vivido comentarios desafortunados y momentos muy desagradables", expresa. Recuerda uno de ellos con un cliente, "me preguntó cuánto tiempo de vida me quedaba". Que los confundan con enfermos de cáncer también es una de las situaciones con las que lidian habitualmente quienes padecen alopecia.

Trini Barrera: "Para mí la alopecia ha sido un regalo, porque me ha obligado a buscar la belleza en el interior"

Trini Barrera posa junto al mar. Trini Barrera posa junto al mar.

Trini Barrera posa junto al mar. / M. G.

Trini Barrera (46) nació sin pelo en la cabeza, aunque siempre ha mantenido en cejas y pestañas. De pequeña asegura que nunca tuvo ningún problema por su condición física, pero, cuando llegó la adolescencia, empezó a sentirse "diferente". 

Las mujeres que sufren alopecia no solo tienen que enfrentarse al duelo que supone desprenderse de su melena, las que ya nacen sin melena, como Trini, han de hacer frente también a otros sentimientos como el "miedo" y la "soledad emocional". "Me preguntaba constantemente por qué a mí", relata.

Cuenta que a los doce años -edad con la que vivió la etapa más complicada- sus padres le ofrecieron la posibilidad de ponerse peluca. Seis años más tarde decidió desprenderse de ella y cambiarla por el pañuelo, "no me sentía yo con la peluca, siempre estaba insegura y con miedo de que se me cayera", apunta. Gracias a la asociación y al círculo del que se ha rodeado, Trini Barrera confiesa sentirse ahora "en paz".

Se abre y reconoce que la alopecia ha supuesto en su vida "un regalo". "Me ha obligado a buscar la belleza en el interior y no mirar como lo hace la sociedad, cegada en la apariencia y completamente olvidada de quiénes somos por dentro, que al final es lo más importante", declara.

Asimismo, Trini Barrera pide que que se investigue más sobre esta enfermedad, al tiempo que reclama ayudas económicas para quienes la padecen y "no pueden permitirse comprar una peluca o ir al psicólogo", porque -apunta- "todas hemos tenido que ir en algún momento".

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