Málaga

SOS chumberas

  • Los técnicos de la Junta ven a las pencas como una especie invasora, por lo que consideran a la cochinilla del carmín una aliada para su control

La cochinilla del carmín, ese insecto que "seca" las pencas de chumbos que infecta y hace que la planta deje de producir los frutos se ha extendido este año, aún más, en la provincia de Málaga. Además la gravedad esta temporada también ha sido mayor que el pasado verano para estos cactus.

Esto lo ha percibido, entre otros, Juan Antonio Nadales, que posee un terreno cerca del Parque Tecnológico. Así si el verano pasado decía que su cosecha, a ojo, era un 50% menor que la del anterior, ahora se lamenta de que "este año no he cogido ni un chumbo, prácticamente no va a quedar nada". De igual forma se queja de que la Junta, al considerar a la chumbera como una especie vegetal invasora, no vaya a hacer nada: "Yo tengo pencales de más de 100 años, ya cogía chumbos mi bisabuelo y mi tatarabuelo, y yo estoy viendo cómo se están cayendo los troncos". La única solución que tiene, si quiere que los chumbos sean aptos para consumo humano, es limpiar con agua y jabón las plantas, pero aún así, no ve este método como una útil, ya que Nadales tiene conocidos que han aplicado esta práctica en las plantas de sus tierras, pero se han vuelto a infectar debido a la existencia de pencas cercanas que no habían pasado por ese tratamiento. De la misma forma el cultivador afirma que antes de que llegaran estos insectos, recogía en su finca entre 50.000 y 100.000 unidades de chumbos cada verano, reduciéndose esa cifra este año a cero. También explica que conocidos suyos le han comentado que este año la plaga ya ha llegado a Coín, Álora o la zona de El Viso: "Ahora mismo allí están con las hojas blancas, el próximo verano estarán caídas". En cuanto a soluciones drásticas, sólo tiene dos: cortar todas las plantas y enterrarlas con cal, lo que le supondría esperar al menos cuatro años para volver a tener frutos; o dejar sólo los troncones de las pencas, y entonces tendría que aguardar dos o tres años antes de volver a coger chumbos.

Desde COAG también se quejan de que no haya un plan, así lo expresa su secretario general Juan Antonio García: "Ahora mismo hay mucha necesidad y había gente que se sacaba algunos euros con los chumbos, y ya no los tiene, que por otro parte, hasta que no faltan no se ha visto la de gente que se dedicaba a esto". Y agrega que él tiene noticias de que la infección ya ha llegado hasta Olvera, en la provincia de Cádiz.

También desde el servicio de sanidad vegetal de la Junta de Andalucía, confirman que la población de la dactylopius opuntiae, nombre científico de la subespecie de cochinilla del carmín que llegó a la Península en 2007, no deja de aumentar desde entonces. Así y todo, Miguel Pérez, el jefe del servicio, no considera una plaga esta situación, no por poca importancia, sino por considerar a las pencas una especie invasora que no produce realmente beneficio para las personas. "La chumbera compite con plantas autóctonas de la flora mediterránea como el lentisco, por lo que desde este punto de vista podemos considerar a la cochinilla del carmín como un gran aliado para controlar las extensiones de chumberas en la provincia, evitando que se propague la planta invasora", incluso plantea la posibilidad de introducir la subespecie dactylopius coccus para este fin mucho más voraz. A pesar de eso, reconoce que las pencas llevan conviviendo en Andalucía generaciones, introduciéndose con el descubrimiento del nuevo continente, ya que proceden de América Central, por lo que debe llevar "centenares de años aquí". Sin embargo, aunque la Junta no tenga previsto ningún plan para la eliminación de la cochinilla del carmín, sí que considera bastante fastidioso el insecto para la población, ya que aunque es inofensivo para las personas, los machos sí que pueden ser bastante molestos por la gran cantidad que acuden y porque, si se tocan, tiñen las superficies de rojo.

En cuanto a cómo pueden eliminar los particulares estos insectos los técnicos diferencian dos situaciones. Primero, si se van a utilizar los chumbos para el consumo humano, la única solución es el lavado con agua a presión, a la que se puede añadir jabón neutro, pero nunca detergente. Pero, si la planta tiene una función netamente decorativa, tras la anidación de los huevos, lo que ocurre tres o cuatro veces al año, se puede proceder a aplicar un tratamiento fisosanitario para especies ornamentales arbustivas.

Por otra parte, también los vendedores han notado una reducción del número de chumbos. Así, si se pregunta en puestos del mercado de Atarazanas la respuesta más común es que este año han tenido mucho menos género y que se ha acabado más pronto, ya que a principios de este mes de septiembre ya no se podía encontrar ningún ejemplar.

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