Las residencias de mayores son un lugar sensible frente al coronavirus. Por eso, la Consejería de Salud ha previsto medidas especiales de cara a prevenir contagios y atender a los ancianos ingresados en estos centros que contraigan el virus. Entre ellas, la de dotar a Málaga de una residencia medicalizada para los mayores que se contagien del coronavirus. El Consejo de Gobierno de la semana pasada ya fue informado sobre esta iniciativa. Pero aún no hay concreciones sobre cuándo arrancará este recurso, aunque debe ser inminente ya que los casos siguen incrementándose.  

La Consejería va a dotar a Andalucía de cuatro centros medicalizados para personas mayores que estarán ubicados en las provincias de Cádiz (La Línea), Granada, Sevilla y Málaga. Estos serán utilizados como refuerzo de los recursos residenciales.

En Málaga capital hay más de 4.500 mayores ingresados en residencias. La Administración autonómica ya ha dado instrucciones para que estos centros geriátricos establezcan dos zonas bien diferenciadas, una para abuelos sin Covid 19 y otra donde se agrupen los que se han contagiado, un criterio de separación que se aplica en los hospitales. Según informó la semana pasada Salud al Consejo de Gobierno, se pondrán en marcha las indicaciones oportunas para organizar el aislamiento en las residencias que incluyan los casos o sospecha de casos.

Pero el problema es que hay centros geriáticos que por su estructura o su espacio no pueden crear dos circuitos distintos (uno para ancianos con Covid 19 y otro para los que estén libres del virus). Estas residencias contarán con este nuevo recurso que prevé crear la Consejería de Salud ya que podrán derivar allí a los mayores que resulten afectados por el coronavirus a fin de proteger de contagios a los demás ingresados.

Para este sector, Salud prevé una adecuada organización y coordinación de los servicios de manera que el sistema sanitario pueda garantizar la atención a las necesidades de los usuarios de dichos centros. Además, su compromiso es facilitar todos los medios profesionales y materiales que sean necesarios.

Tanto las residencias como el nuevo dispositivo que creará la Junta, tendrán el respaldo de las enfermeras gestoras de casos de los hospitales y las de familia de los centros de salud. Se hará un seguimiento permanente, incluido fines de semana, de la totalidad de los centros residenciales de mayores y de discapacidad. En la línea de este seguimiento se contempla la elaboración de un mapa diario con la incidencia de casos nuevos en residencias, con el fin de planificar las intervenciones.

Asimismo, en aquellos casos que, por su complejidad o condiciones clínicas, lo requieran, se activará la atención médica presencial procedente de centros de salud, de urgencias o de servicios especializados hospitalarios. Este hecho se dará si existen pacientes en situación de cronicidad compleja y que presenten agravamiento, pacientes con agravamiento de síntomas por Covid-19 o pacientes en situación de cuidados paliativos que presenten empeoramiento.

Por su parte, si existe necesidad de la presencia de profesionales para continuar con tratamientos, así como la vigilancia y control de síntomas durante el tratamiento y evolución, se dotará a la residencia de los recursos profesionales y materiales que se vayan requiriendo según esos criterios clínicos.