Salud no pasado por alto la reivindicación de profesionales y pacientes que reclamaban un PET en Málaga. Hasta ahora, los enfermos de cáncer tenían que trasladarse a Granada para someterse a esta prueba que sirve para medir la extensión de los tumores. Pero por poco tiempo. Hoy la Consejería de Salud y la Universidad de Málaga (UMA) cerrarán el convenio por el que los hospitales públicos podrán derivar a sus enfermos al PET que tiene la Fundación de la UMA a escasos metros del Clínico y que hasta ahora sólo se usaba para investigación.

A mediodía está prevista la visita de la consejera, María Jesús Montero, y la rectora, Adelaida de la Calle, al edificio del Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias (Cimes) de la Universidad, donde está ubicado el aparato para tomografía por emisión de positrones (PET).

Hasta ahora, unos 130 enfermos al mes tenían que viajar hasta Granada para hacerse la prueba en el Hospital Virgen de las Nieves. El acuerdo no sólo evitará que estos pacientes que sufren una enfermedad grave tengan que desplazarse unos 250 kilómetros hasta la provincia vecina sino que acortará también el tiempo de espera para someterse a un PET y que en la actualidad se sitúa en más de 40 días.

Hace algo más de un mes, cuando el Consejo de Gobierno se reunió en Málaga, la Junta de Andalucía ya informó que tenía presupuestada una partida de 960.000 euros para este año a fin de cubrir el coste que supondrá para el SAS la derivación al Cimes.

El equipo de la Universidad no sólo permite hacer la prueba, sino que dispone de un ciclotrón. Este aparato fabrica los radiofármacos que se tienen que administrar al paciente para someterlo a un PET. Esta característica le concede al equipo de la UMA una autonomía de funcionamiento frente a otros que dependen de centros suministradores de radiofármacos.