Salud admite una "recalendarización de plazos" y la achaca a la "asfixia" que impone el Gobierno

La Administración sanitaria mantiene desde hace meses la misma respuesta cuando se le pregunta por las infraestructuras pendientes: admite una "recalendarización de plazos" en las obras, pero aclara que la situación es "consecuencia de los recortes impuestos desde el Gobierno central y de la asfixia económica derivada del objetivo de déficit". Por ello, la Consejería insiste en que tiene que priorizar.

Y la prioridad pasa por "mantener el sistema sanitario universal, público y gratuito, preservar sus prestaciones y no recortar derechos de la ciudadanía que ha costado décadas conseguir". Otra de las prioridades es acabar las infraestructuras que ya están en obras. Pero Salud añade que incluso estos proyectos -como el Hospital del Guadalhorce, la ampliación del Costa del Sol o el nuevo edificio del comarcal de Ronda- deben ajustar su ritmo de ejecución a la "reprogramación presupuestaria a la que obliga la situación económica actual".

La Consejería de Salud insiste en que "en estos momentos de especial dificultad económica se ha visto obligada a hacer un replanteamiento, de manera que está intentando terminar las infraestructuras que ya están en obras, con una recalendarización de plazos para ajustarse a la nueva realidad". Desde la Administración sanitaria se intenta marcar diferencias con aquellas autonomías gobernadas por el PP y se apunta que mientras en otras comunidades se están produciendo despidos y se privatiza la sanidad, "en Andalucía existe un compromiso de la Junta por mantener el empleo y fortalecer los valores de un sistema sanitario público y universal".

En la misma línea, el delegado de Salud, Daniel Pérez, apuntaba la semana pasada en una entrevista que prefería que le preguntaran cuándo se iba a abrir un hospital a cuándo se iba a cerrar o a privatizar.