Salvando vidas en España con Meduba, una empresa andaluza con corazón en Málaga

Según los últimos estudios desarrollados por el doctor Sam Parnia, la consciencia es la última parte del ser humano en desconectarse definitivamente cuando una persona fallece. Al menos, esto es lo que apuntan las investigaciones científicas que se han hecho hasta ahora a este respecto. En el caso de nuestro país, la tasa de mortalidad parece haber ido aumentando con el paso de los años según indica el INE (Instituto Nacional de Estadística). De algo más de 380.000 personas fallecidas en 2010, hemos pasado a más de 464.000. Cierto es que la pandemia por la Covid-19 no ha contribuido a mejorar las cifras, pero a pesar del descenso que se registró en número de muertes entre 2020 y 2021, nuevamente estamos experimentando un incremento en estos tres últimos años.

Dejando el SARS-CoV-2 de lado, la principal causa de muerte en España son las enfermedades isquémicas del corazón. Algunas de estas patologías son: el infarto agudo de miocardio, la angina de pecho estable y la angina de pecho inestable, tal y como indica la Fundación Española del Corazón. A grandes rasgos, podemos decir que los infartos consisten en una falta de riego al corazón. Esta ausencia de circulación sanguínea en este órgano vital estaría generada por el bloqueo de una de las arterias coronarias, que son las que suministran nutrientes y oxígenos a las células que constituyen el tejido del corazón.

Para ayudar a salvar vidas, surge Meduba, una empresa 100% española cuyas oficinas centrales se encuentran en Málaga, pero cuyas instalaciones de desa desfibrilador se reparten ya en distintos puntos de la geografía española: Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Cataluña, Navarra, Euskadi, Castilla y León, Asturias, Galicia y Melilla.

Con su servicio de alquiler, instalación y mantenimiento de desfibriladores destinados a espacios públicos y privados, Meduba pretende ayudar a reducir la tasa de mortalidad en España ofreciendo también formación a las personas en el manejo de los desfibriladores, para que sepan cómo utilizarlos adecuadamente en una situación de emergencia.

Meduba y la reanimación del corazón

En relación con los estudios que indicábamos al principio del artículo, que la consciencia de la persona permanezca activa después de que su corazón haya dejado de funcionar permite ampliar el tiempo de reanimación del paciente. Esto hace que los médicos no se cierren en banda rápidamente dando por perdida a la persona que ha sufrido un infarto, porque mientras no haya muerte cerebral sí cabe la posibilidad de que el paciente pueda volver en sí.Ya ha habido casos reales de este tipo, que son a los que alude el doctor Sam Parnia. Y en estos procesos, los desfibriladores han jugado un papel importante. Meduba cuenta ya con más de 278 aparatos de este tipo instalados en toda España. También ha gestionado más de 500 operaciones de mantenimiento, y ha permitido que 11 vidas queden fuera de las estadísticas de mortalidad del INE.

El equipo que hay detrás

A la cabeza de Meduba, como CEO de la empresa, se encuentra José Manuel Alcalá. Con 13 años que lleva ya en funcionamiento, la compañía cuenta actualmente con 20 personas en plantilla, que es casualmente el mismo número de minutos cada cuanto una persona sufre una parada cardíaca. Todos los trabajadores de Meduba están comprometidos con la salud física de la sociedad. Una prueba de ello es Pulseras con corazón, una iniciativa desarrollada e impulsada por la propia empresa que se compromete a proporcionar desfibriladores a los centros escolares que, a su vez, contribuyan a vender unas simbólicas pulseras solidarias cuyo coste es de apenas 3 euros.

El compromiso con los centros escolares

Con la iniciativa comentada anteriormente, en la que participan más de 30 centros educativos (todos ellos cardioprotegidos), Medusa se pone al lado de los profesores y los estudiantes, para que desde las propias escuelas los niños no sólo puedan recibir ayuda si sucede algún infarto, sino que también adquieran la formación que, como futuros adultos, les ayudará a saber cómo actuar ante la parada cardíaca de otra persona.

Salvar vidas con los cursos de formación de Meduba

Para lograr cumplir su objetivo principal, que es salvar vidas, Meduba pone a disposición de empresas, entidades públicas, vigilantes y socorristas, padres y otros usuarios particulares un curso de formación para aprender sobre cómo utilizar los desfibriladores instalados en los distintos espacios.El curso se centra en la identificación del problema, la atención con rapidez, la seguridad en el uso del desfibrilador y el desarrollo de las habilidades que van a permitir a la persona no bloquearse ante una situación de emergencia cardíaca.

Por lo tanto, ¿qué servicios ofrece Meduba?

Meduba proporciona, además de cursos de formación:

Alquiler y renting de desfibriladores

Meduba cuenta con unidades disponibles para el alquiler de desfibriladores en 48 horas. El pack básico, por ejemplo, incluye el desfibrilador con 8 años de garantía, su puesta en marcha, el kit básico de reanimación cardiopulmonar, su inscripción en el registro autonómico y el mantenimiento.Aunque pudiera parecer lo mismo, el renting difiere del alquiler. Para Meduba, son dos servicios distintos. En este otro caso, se paga una cuota fija cada mes durante 12, 14, 36, 48 o 60 meses. El mantenimiento también está incluido, y aparte del pack básico y del pack móvil de desfibrilador, también es aplicable al desfibrilador con vitrina y al desfibrilador con vitrina y móvil 112.Otra diferencia entre ambas opciones es el público objetivo: el alquiler se dirige a quienes buscan en cualquier entorno tener un desfibrilador (por ejemplo: en la propia calle), mientras que el renting se orienta a centros e instituciones con ciertos usuarios más o menos asiduos.

Mantenimiento para una puesta a punto

El servicio de mantenimiento de desfibriladores integra revisiones anuales que se realizan en apenas 30 minutos (reemplazos incluidos). Además, se entrega el certificado de mantenimiento, el cual acredita de forma homologada que se ha realizado por los profesionales de la empresa. El equipo de Meduba se ocupa de vigilar la caducidad, gestionar el cambio de batería y electrodos, y revisar técnicamente el dispositivo completo. Todas estas tareas las llevan a cabo sus técnicos.