Lo que durante años era habitual en el estrecho paseo marítimo de Pedregalejo, esperar sentado en el muro de ribera a que una mesa de los muchos bares de la zona quedase libre, es ahora objeto de sanción por parte de la Policía Local. La obligación recogida en el decreto de alarma de mantener una distancia mínima de seguridad entre los peatones hace que esta práctica pase a ser objeto de atención por parte de los efectivos policiales que intensifican la inspección de esta parte del litoral este de la capital de la Costa del Sol desde el arranque de la fase 1 de la desescalada por el coronavirus.

De hecho, tal y como ha apuntado el concejal de Seguridad, Avelino Barrionuevo, "ya ha habido actuaciones en este sentido y creo que sanciones también". Conforme a sus explicaciones, uno de los cometidos que tienen los agentes desplegados en esta zona es justamente el de evitar que el nivel de saturación del paseo aumente por las personas que optan por sentarse en el muro de ribera.

"Por la mañana no suele haber problema, pero por las tardes  se acumula un montón de personas en una zona ya de por sí reducida", explica. Una situación que se agrava desde el momento en que los bares tienen la posibilidad de instalar al menos el 50% de sus terrazas. En este escenario, acaban sumándose los clientes de los negocios de hostelería ya sentados en sus mesas y sillas, los que están esperando su turno y todos los malagueños que a la hora establecida salen a pasear y hacer deporte.

Los problemas de masificación son evidentes desde la primera jornada, razón por la que la Policía Local ha decidido incrementar su despliegue en esta zona para controlar no sólo la ordenación adecuada de las terrazas de los bares y restaurantes, sino también el comportamiento de los peatones.