Tras el gran incendio que quemó buena parte de Sierra Bermeja y el Valle del Genal, la zona trata de recobrar su vida; aunque el intenso negro de los bosques de pinos quemados sigue siendo una inmensa huella que recuerda a sus habitantes cada día la tragedia que les tocó vivir y con la que conviven.

En las habituales tranquilas laderas de estos inmensos bosques estos días resuena el rugir de las motosierras que han comenzado a talar una parte de la gran masa de pinos que fueron totalmente calcinados por las llamas. Tras ellas va quedando una imagen devastadora de terreno desnudo en el que lucen los tocones que sobresalen allí donde antes había vida en forma de árboles.

Son los primeros trabajos que se están realizando para tratar de recuperar una sierra que se antoja que tardará muchos años en volver a ser lo que fue. No obstante, el verde y los brotes se recuperan en algunas zonas en las que las llamas no fueron tan intensas o en el suelo sobre el que crecen ahora pequeñas plantas que van tapando la capa negra de cenizas.

Mientras tanto, en dos de los municipios afectados son moderadamente optimistas con la llegada de las ayudas públicas, ya que tienen un plan de acción y se han iniciado trabajos para evitar que puedan producirse más afecciones al territorio. Entre ellos se encuentran la construcción de diques que puedan evitar grandes escorrentías de agua o el inicio de los trabajos de tala.

Vista de Sierra Bermeja en la actualidad.

Además, según explicó el alcalde de Genalgualcil, Miguel Herrera, a principios de año está previsto que se incremente la llegada de empresas que comiencen a realizar actuaciones en la zona.

Eso sí, reclama que mientras la sierra se recupera, las administraciones también inviertan en potenciar el turismo en la zona, ya que es la principal fuente de ingresos en estos momentos y con el incendio quedó muy dañada. “Tras el incendio tuvimos una bajada muy importante, aunque este pasado puente hubo mucha gente, vamos a ver qué ocurre el próximo año”, dijo el regidor.

Además, desde la Diputación de Málaga también se han acometido trabajos de reseñalización de las carreras que fueron dañadas por el fuego y se realizó la limpieza de sus márgenes para dar seguridad a los vehículos que circulan por las mismas, ya que se trata de vías muy frecuentadas por los propios vecinos y por aquellos visitantes que proceden de la zona de la Costa del Sol cercana a Estepona.

No obstante, aunque la actuación ya se ve en la zona pública del monte, el regidor lanzó un llamamiento para que se ofrezca una respuesta a los propietarios privados a los que se les quemaron sus fincas. “El principal problema que tenemos ahora son los privados, a los que todavía no se les dijo qué va a ocurrir con ellos”, dijo Herrera.

Un posicionamiento parecido muestra el alcalde de Jubrique, Alberto Benítez, que confirmó que tanto la Junta de Andalucía, la Diputación de Málaga y el Gobierno andaluz ya se encuentran trabajando en los planes de emergencia que se habían previsto tras el paso del incendio.

Además, en zona también se está trabajando ya en recuperar la normalidad en las vías de comunicación, en las que lo más dañado fue la señalética que se calcinó o aquellos elementos que eran de plástico, que se derritieron. De igual modo, también se trabaja en la limpieza de las zonas próximas a las cunetas para eliminar los restos de madera quemada. “La verdad que dentro de lo malo que nos tocó pasar ahora no nos podemos quejar y las ayudas están fluyendo”, afirmó Benítez. Y es que el regidor de esta localidad se muestra también moderadamente optimista con las actuaciones que se están realizando.

Mientras tanto en Júzcar tendrá que ser el propio Consistorio el que asuma los primeros trabajos de emergencia, ya que el anterior alcalde había desconveniado los montes públicos para asumir la gestión de los mismos. “Ahora estamos trabajando con la Consejería para volver a conveniarlos para que podamos entrar ya en la segunda fase y la reforestación de los terrenos afectados”, explicó Francisco Lozano.

La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, anunció en su momento que la Junta de Andalucía va a invertir 4,6 millones de euros en actuaciones de emergencia sobre las 9.581 hectáreas de Sierra Bermeja afectadas por el incendio declarado el pasado 8 de septiembre. Además también se creó un comité científico que tiene como objetivo la recuperación medioambiental y económica de una zona de gran valor en la provincia.

Y mientras las administraciones tratan de mejorar los caminos, construir pequeños diques para prevenir daños hidrológicos por la pérdida de cubierta vegetal o reponer la infraestructura dañada, los colectivos ecologistas reclaman que no se olvide a los peces que viven en los ríos de la zona.

Estas organizaciones han solicitado que se realicen controles para saber si las aguas presentan las condiciones adecuadas para que puedan sobrevivir en las mismas y comprobar si los arrastres fluviales en las zonas afectadas por el incendio pueden ocasionar perdida de calidad.

Unas medidas con las que se trata de recuperar lo antes posible la amplia zona afectada. En concreto, las llamas afectaron a terrenos de Jubrique, Júzcar, Faraján, Casares, Estepona, Genalguacil y Benahavís. En total, el fuego recorrió 8.401 hectáreas de las que 7.664 se corresponden con áreas forestales (3.835 de arbolado y 3.828 de matorral) y 736 de pastos (631 hectáreas), agrícolas (17 hectáreas), urbanas o asimilables (78 hectáreas) y de otro tipo (9 hectáreas).

No obstante, en esta primera fase, la superficie de monte público en la que se prevé desarrollar los trabajos de emergencia asciende a 2.781 hectáreas de los montes públicos Sierra Bermeja (términos municipales de Estepona y Genalguacil), El Pinar (Casares) y Genalguacil y La Umbría (Jubrique).

Ahora, una vez que se finalice la primera fase de emergencia se acometerán otras dos más para continuar con los trabajos, aunque los expertos apuntaron en un primer momento que había que dejar actuar a la naturaleza para comprobar la capacidad de recuperación que tiene y ver exactamente la afección a la masa forestal.

Unas actuaciones que no se centran únicamente en recuperar el terreno, ya que también se comenzó a trabajar con los vecinos de la zona. En concreto, un total de 186 adultos y 57 niños de los municipios de Alpandeire, Faraján, Genalguacil, Jubrique, Júzcar y Pujerra, han trabajado con un equipo de psicólogos en tres aspectos principales para una correcta regulación emocional a través del desahogo y mediante el aprendizaje de estrategias de afrontamiento.