Sonrisas que no tienen precio

El Teatro Cervantes acogió ayer la gala 'JaJeJiJoJu' con números de magia y humor a beneficio de la asociación AVOI

El dúo de cómicos Síndrome Clown ejercieron ayer de maestros de ceremonias en la gala del Cervantes.
El dúo de cómicos Síndrome Clown ejercieron ayer de maestros de ceremonias en la gala del Cervantes.
Rocío Armas/ Málaga

07 de junio 2010 - 01:00

La sonrisa de un niño es maná caído del cielo. Para quien la observa y para quien la provoca. Ayer en el Teatro Cervantes una lluvia de sonrisas dio la bienvenida un año más al Festival de Humor y Magia Infantil JaJeJiJoJu, cuya recaudación íntegra fue a parar a AVOI, la Asociación de Voluntarios de Málaga que se dedica a hacerle la estancia más llevadera a los menores ingresados en el Hospital Materno-Infantil.

Desde las 12:00, por encima de las butacas (el aforo estaba lleno) se asomaban diminutas cabezas en busca de un poco de fantasía sobre el escenario. Y la encontraron. El primero en hacer acto de presencia fue el mago Taconyc que supo llevarse al público menudo al bolsillo con los clásicos trucos de palomas que aparecen y desaparecen como de la nada. La complicidad de un espectador que se subió al escenario le valió para aportar una pequeña dosis de humor a su espectáculo.

Con el ambiente ya caldeado, fueron los payasos de la veterana compañía sevillana Síndrome Clown los responsables de buena parte de los aplausos. Con su peculiar sentido del humor, Práxedes Nieto y Víctor Carretero ejercieron de eficaces maestros de ceremonias en torno a un lema que sobrevoló toda función: "Somos payasos en huelga que venimos a cumplir los servicios mínimos para no dejar a España sin risas", proclamaron. Y cumplieron con su cometido.

El ilusionismo del gallego Pedro Volta y su número de escapismo dejó por segundos al respetable en silencio, lo justo para recuperar aliento y volver a reír. Laura Bolón y Alfonso de Pola contribuyeron a las carcajadas, la una desde su trapecio y el otro desde el suelo con ocurrentes tropiezos. A la pregunta de "¿quién se ha reído?" todos los niños levantaban entusiasmados la mano, como si tal cosa. La jornada dominical continuaba por la senda del espectáculo (con el mago Jorge Blass como invitado estelar) mientras tras las cuatros paredes del teatro, bastante más lejos y sin posibilidad de desplazamiento, otro público esperaba que la magia y el humor volviese a sus vidas. Por fortuna, tras la función, unos ángeles de la guarda seguirían intentándolo. Los voluntarios de AVOI regresarán hoy al hospital Materno para recordarles tanto a los niños como a sus padres que la sonrisa es el mejor de los bálsamos.

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