Sopas perotas hasta para celíacos

El Ayuntamiento de Álora reparte 7.000 raciones de su plato más popular en la octava edición de la fiesta

Dos vecinos de la localidad preparan sopas perotas para los visitantes.
Dos vecinos de la localidad preparan sopas perotas para los visitantes.
Manuela Herreros / Álora

03 de octubre 2010 - 01:00

Preparados con la cuchara en mano, numerosos visitantes y vecinos de Álora, han acudido un año más a su cita con uno de los platos más populares y consistentes de esta zona de la provincia, las sopas perotas.

En esta octava edición del evento gastronómico se ha recuperado como escenario la plaza Baja de la Despedida, donde tradicionalmente se celebra el Día de las Sopas Perotas y que el año anterior estaba sumida en un proceso de obras por lo que tuvieron que trasladar la fiesta.

El excelente clima marcó la jornada de ayer en la que lució un sol radiante, aunque demasiado sofocante en algunos momentos en los que los asistentes aguardaban largas colas para conseguir probar las sopas, acompañadas con aceitunas aloreñas.

Unas 10.000 personas provenientes de distintos puntos de la provincia así como muchos extranjeros pudieron descubrir todas las bondades de los productos de las huertas del pueblo, además de aprovechar la visita para recorrer los lugares más emblemáticos de Álora, ya que el atractivo gastronómico se une en esta celebración a la iniciativa del Ayuntamiento de promocionar turísticamente la localidad. Por ello, entre degustación y degustación, el público participó en las visitas guiadas a los monumentos como el Castillo, el Aljibe o la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, entre otros.

Después de conocer un poco mejor este pueblo de la comarca del Valle del Guadalhorce paseando por sus plazas y calles estrechas y empinadas, llegó el momento de recuperar fuerzas y los cocineros y camareros del Restaurante Los Conejitos, encargados de la realización de los más de 300 kilos de sopas perotas, fueron repartiendo las 7.000 raciones, en las que pusieron toda su experiencia y cariño.

La fiesta, declarada por la Diputación de Málaga, de Singularidad Turística Provincial, recupera este antiguo plato que era un alimento habitual entre las cuadrillas de trabajadores del campo y que se suele comer acompañado de las frutas del tiempo, como uvas, chumbos, pepinos, aceitunas, naranjas o rábanos. Antiguamente, solía prepararse sobre dos piedras, cocinado con leña en el campo y se comía en un lebrillo de barro arrimando la cuchara. En la actualidad, esta receta continúa en los hogares de Álora que preparan con pan casero del día anterior migado a pellizcos, aceite de oliva, tomate, pimiento verde, espárragos y patatas cortadas en rodajas finas que se sofríen y se vierten sobre el pan. Además de buena materia prima, el secreto del delicioso sabor del plato es el "cariño" que le ponen a la hora de prepararlas, según explicó Antonio Martín, uno de los cocineros encargados de conquistar a los asistentes por el paladar en el día de ayer.

Un sabroso plato que también pudieron probar las personas que tienen intolerancia al gluten, ya que por segundo año se preparan sopas para los celíacos.

El día estuvo animado por las actuaciones musicales de grupos y colectivos del pueblo que dieron una cálida bienvenida a los turistas, que también pudieron comprar vino, embutidos, quesos, aceite y los mejores productos de la zona en los numerosos expositores instalados en el entorno de la plaza.

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