Splash negocia exportar sus parques infantiles a Norteamérica
La empresa marbellí, que fabrica más de 120 instalaciones al año que vende en España y Europa, quiere entrar en México y EEUU
Cada vez es más frecuente ver parques infantiles en grandes centros comerciales, restaurantes y hasta tiendas. Son una fórmula perfecta para atraer a toda la familia a un determinado lugar, ya que los niños disfrutan y los padres pueden respirar un poco. Su diseño, construcción y montaje es, por tanto, un negocio al alza aunque siempre tienen más ventaja aquellos que gozan de más experiencia y conocimiento del mercado. Una de las empresas líderes en España es la malagueña Splash, ubicada en Marbella desde hace 25 años y que trabaja, entre otros clientes, para grandes cadenas de restauración como KFC, Burger King, Telepizza o El Corte Inglés. En todo este periodo han conseguido comercializar más de 2.000 parques infantiles tanto en España como en Europa y sus gestores se marcan como nuevo reto entrar en el continente americano. Ya están negociando con empresas en México y, desde allí, quieren dar también el salto a Estados Unidos.
El fundador de Splash es Antonio Heredia y precisamente se encuentra ahora en Miami ultimando esos posibles contratos. Es maño aunque se trasladó a vivir a Marbella hace cerca de tres décadas. Allí abrió la fábrica de parques infantiles, aunque cuando la empresa entró en una fuerte expansión la trasladó a su Zaragoza natal porque en Aragón se concentran la mayoría de empresas relacionadas con el plástico. Pero las oficinas centrales siguen en Marbella.
Sol Moraño, directora de operaciones y arquitecta de Splash, explica que hacen el proceso completo, es decir, diseñan, fabrican, instalan y mantienen el parque infantil. "Hacemos parques a medida, por lo que no tenemos un catálogo de productos. Además damos asesoramiento sobre el espacio en el que se puede instalar el parque, la financiación, la fórmula de negocio, hacemos parques temáticos o imágenes corporativas", indica Moraño quien resalta que, entre sus últimos trabajos destaca el Magic Forest del centro comercial Kinépolis en Madrid, en el que cual han transformado una antigua sala de cine de 1.100 metros cuadrados en un centro de ocio infantil.
Una de las claves de esta empresa es la inversión en investigación y desarrollo, analizando nuevos materiales y formas. A principios de este año han sacado la línea Easyplay, a la que han dedicado tres años de investigación. Una de sus principales novedades es la instalación de toboganes transparentes. "Están teniendo una aceptación muy fuerte porque es innovador y fácil de montar. No tiene elementos metálicos, no necesita protecciones adicionales y lo puede instalar cualquier profesional", afirma la directora de operaciones de la compañía. Otro de sus productos más llamativos ha sido la creación de parques exteriores con sistemas de climatización ecológica. "El I+D es nuestro día a día y siempre quedan moldes de paneles y otros complementos por desarrollar", añade esta experta.
La línea Easyplay aspira a ser la puerta de entrada de Splash en más mercados internacionales. La compañía marbellí ha instalado parques este año en España, Francia, Portugal o Italia y en otras ocasiones también ha exportado a Austria, Polonia, Marruecos, Egipto y Alemania. El reto es ahora dar el salto a América.
En estos momentos, Splash cuenta con cuatro trabajadores en la sede central en Marbella y otros cuatro en la fábrica, a los que hay que sumar los instaladores y comerciales. En conjunto, tienen entre 10 y 20 empleados en función de los picos de demanda. Este año prevén facturar 2,3 millones de euros, una cantidad que podría incrementarse en los próximos si elevan el número de países a los que exportar.
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