La Audiencia de Málaga ha suspendido el juicio previsto este lunes a un hombre acusado de utilizar su casa para que, supuestamente, ejercieran la prostitución mujeres con las que había contactado mediante anuncios en los que ofrecía contratos de trabajo de publicidad o de cuidadoras y luego, una vez suscritos, les decía la verdadera actividad a ejercer.

Así, al inicio de la vista oral, la acusación particular, en representación de una víctima, ha planteado la nulidad parcial de las actuaciones, ya que no se le han trasladado las diligencias practicadas ni se le ha dado la oportunidad de formular acusación, por lo que considera necesario retrotraer la causa para poder presentar dicho escrito.

El letrado de dicha acusación particular ha manifestado la intención de presentar una calificación distinta a la de la Fiscalía, que acusa al hombre de varios delitos relativos a la prostitución y de otro de abuso sexual, solicitando que se le imponga 20 años de prisión. Por tanto, para resolver la cuestión planteada, la Sección Segunda de la Audiencia ha decidido suspender el juicio.

Según las conclusiones iniciales de la acusación pública, a las que ha tenido acceso Europa Press, el acusado utilizaba su casa en Málaga capital para la prostitución de distintas mujeres "a cambio del pago de un porcentaje de las cantidades obtenidas con el ejercicio de dicha actividad".

Así, el fiscal considera en su escrito provisional que el hombre contactaba con las mujeres a través de anuncios en Internet, donde ofertaba contratos de trabajo de diversa índole, como modelo publicitario, cuidadora de personas mayores o chicas de compañía, para supuestamente, tras firmar, decirles la verdadera actividad.

Entonces, dice, las mujeres se veían "obligadas" a efectuar dicha actividad pues, supuestamente, "les indicaba que en caso contrario las demandaría por incumplimiento de contrato y no conseguirían regularizar su situación en España".

La calificación de la Fiscalía relata que en diciembre de 2016, el acusado supuestamente ofertó a una mujer trabajar como modelo de publicidad y una vez firmó el contrato le retiró el pasaporte y le dijo la verdadera actividad. De esta forma, la obligó, señala, a tener relaciones con él y a ejercer la prostitución hasta 2017, cuando consiguió huir de la casa.

En otra ocasión, supuestamente contactó con una menor, con la que sí concertó ejercer la prostitución en su casa, a cambio del 50 por ciento de lo que obtuviera, según señala el escrito de la acusación; y en un tercer caso ofertó a la mujer trabajar de cuidadora de su madre pero finalmente la actividad era la misma, diciéndole también que si no cumplía el contrato la demandaría.