Tapas, 'pescaíto' e innovación

chiringuitos con estilo

Tapas, 'pescaíto' e innovación
Tapas, 'pescaíto' e innovación

29 de enero 2010 - 01:00

RESTAURANTES

Estepona se gana a sus visitantes con sus playas y su patrimonio, pero los termina de conquistar por el paladar. La oferta de restauración es amplia y variada. Pescaíto frito, cocina tradicional, bares especializados en tapas, asadores, chiringuitos, restaurantes de diferentes nacionalidades… El abanico es tan amplio como el perfil de los visitantes de esta localidad costasoleña. Entre los puntos de visita obligada, en el centro de Estepona, se encuentra El Cordobés. Ubicado en plena Plaza de las Flores, este establecimiento lleva cuarenta años funcionando y aunque ha pasado de ser un bar de tapas a convertirse en un mesón, sigue siendo un lugar de visita obligada para los amantes de la cocina más tradicional. El producto más característico de El Cordobés es el manolete, una invención gastronómica de este restaurante que sorprenderá por su sencillez.

Justo al lado de El Cordobés se encuentra La Sureña. Uno de los bares de tapas más emblemáticos de la localidad. Son famosos sus montaditos y tapas, especialmente la de ensaladilla rusa, que sirven acompañada de numerosos piquitos. La carne en salsa es otro de los fuertes de este establecimiento en el que se dan cita personas de todas las edades, especialmente por las tardes, de vuelta de la playa. Si el tiempo no acompaña, cosa poco improbable en la Costa del Sol, también es posible degustar un tinto de verano dentro de este establecimiento. Por poco más de 4 euros se puede matar el gusanillo en sus mesas, si bien siempre es posible recurrir a las raciones en el caso de que el estómago pida más.

A pocos metros de La Sureña se localiza el bar Los Rosales, especializado en la fritura de pescado. Abadejo, chipirones, bienmesabe, gambones, puntillitas, calamares, coquinas, boquerones tintero… Son tan sólo algunos de los platos que se pueden degustar en este establecimiento que regenta Francisco Gil. Con una buena relación calidad-precio, Los Rosales es una parada obligatoria para aquellos que visiten Estepona y quieran degustar las delicias de su mar.

Justo en la otra punta del pueblo, en el puerto pesquero, el bar La Escollera ofrece la posibilidad de degustar el pescaíto frito más fresco a pie de playa con unas magníficas vistas del estrecho de Gibraltar. Este restaurante, ubicado junto a la lonja, mantiene la esencia de los bares de toda la vida, con una barra abarrotada siempre por un público fiel que descubre a los visitantes uno de los rincones gastronómicos más emblemáticos de la localidad.

Pero si el pescado no es el plato fuerte del turista, esto no supondrá ningún problema. En la calle Caridad se encuentra la Casa de la Abuela, un asador en el que se podrá degustar el mejor entrecot de ternera, acompañado de un pan de ajo exquisito. Los más hambrientos se podrán aventurar con una parrillada. Eso sí, teniendo en cuenta que habrán de enfrentarse a ella con mucha hambre o contar con ayuda de otros comensales para poder darle fin a la última costilla.

Finalmente, y en el caso de que el visitante desee aventurarse con una carta innovadora, el lugar obligado de visita es el restaurante Ophira. Con pocos meses de vida a sus espaldas, este establecimiento combina en su carta la innovación y la tradición en un ambiente moderno en el que se ofrece al comensal la posibilidad de disfrutar desde un aperitivo a mediodía hasta una cena diferente que se podrá regar con algunos de los caldos que se integran en la vinoteca de este local, ubicado en el parque central. Si el cliente se descuida, puede que termine embarcado en alguna excursión o actividad aventurera que su propietario, Ernesto Andrades, va poniendo en marcha continuamente.

Los restaurantes de playa, o chiringuitos, son una pieza fundamental del turismo gastronómico local. En el caso del Tikitano, se podrá disfrutar de un ambiente selecto en el extrarradio de Estepona. En el centro de Estepona se encuentra el Chiringuito Rossi, cuya especialidad es la paella y los platos de la tierra. Si el turista prefiere degustar especialidades holandesas, entonces el lugar elegido tendrá que ser el chiringuito Palm Beach.

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