Taxistas conectarán cámaras de vigilancia con la Policía para frenar los asaltos

"Me lo quito de comer si hace falta y lo invierto". Las cámaras de videovigilancia podrían convertirse para muchos taxistas en un recurso indispensable de cara a su seguridad. Al menos una decena de conductores solicitaron el mes pasado cita en el taller para proceder a su instalación. La Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (Aumat) prevé que en septiembre unos 50 trabajadores cuenten con este sistema. Algunos ya han desembolsado el 50% del coste final para hacer el pedido. "Si ocurre algo uno ya tiene pruebas y datos que pueden contribuir a que la Policía actúe rápidamente. Nos aconsejaron tras los atracos tan seguidos ocurridos a primeros de año que no nos enfrentáramos a nadie", explicó el presidente, José Royón.

El objetivo estriba también en disuadir a los delincuentes. "Interactuamos con un público dificil. Casi siempre pasa algo. Las cámaras van a servirnos además para no estar tan desprotegidos en caso de accidentes. Las autoridades nunca están de nuestra parte", apostilló un taxista que ya ha encargado uno de estos dispositivos premium, que podrán verse instalados en las lunas delanteras alumbrando el interior del automóvil.

La particularidad, según los empleados, es que bastará con pulsar el botón de alarma para que el trabajador afectado pueda conectar con la Policía Nacional. Y de ahí su elevado coste: unos 600 euros, que incluyen el montaje. Si se produce un incidente, no será posible hacer uso del audio, sólo de las imágenes recogidas en el interior, y siempre y cuando el usuario tuviera conocimiento previamente de que se estaba filmando, como obliga la ley. Muchos taxistas llevan reclamando desde hace varios años la colocación de mamparas pero no todo el sector está de acuerdo con esta medida al considerar que divide el vehículo y que enfría la relación con el cliente. Algunos conductores recurrieron a cámaras que tienen instaladas en el techo, pero no resultan, afirman, lo suficientemente efectivas. "No ofrecen mucha ayuda porque no están integradas en el vehículo. Solo sirven cuando el daño ya está hecho. Las nuevas permiten un contacto directo con la Policía", recalcó otro trabajador.

Aunque el portavoz de Aumat reconoce que las nuevas cámaras no van a ser "la panacea", se mostró convencido de que, al menos, contribuirán a desalentar a los delicuentes que en invierno "más se acuerdan de los taxistas", sobre todo de noche.