El círculo en torno a la revisión del Catastro y a cómo afectará a los bolsillos de los malagueños empieza a cerrarse. Aunque de momento no se ha determinado cuáles serán los barrios de la ciudad donde la modificación de las ponencias será mayor, la comparación de las realidades actuales en el sector inmobiliario respecto a las de hace 12 años, cuando se produjo la última actualización catastral, da una pista bastante certera sobre los puntos que se verán más afectados por la actuación impulsada por el Gobierno central y permite apuntar hacia Teatinos y al litoral oeste.

El trabajo desarrollado por la Gerencia provincial del Catastro toma como principio base tratar de aproximar los valores de las viviendas a los precios de mercado, que han crecido de forma sustancial en los últimos años. Hasta el punto de que, tal y como informó ayer este periódico, en términos genéricos el valor catastral de las viviendas se duplicará a partir de 2009.

Si bien esta medida va a perjudicar a todas las zonas geográficas de la ciudad, la influencia va a ser especialmente significativa para los habitantes de los espacios en los que se registra una diferencia mayor entre lo que costaban los pisos a finales de los años 90, con un valor catastral determinado, y en el momento actual, cuando se va a duplicar. En el caso de los crecimientos situados en el entorno de la Universidad y los localizados junto al nuevo Paseo Marítimo de Poniente y Parque Litoral, las subidas de precio en los últimos diez años superan el 60 %, según apuntó el responsable de la consultora Salvago, Borja Moreno. Es decir, que un piso que, por ejemplo, en el año 98 costaba unos 120.000 euros, pasa a costar en la actualidad alrededor de 200.000.

No obstante, de momento, los propietarios de una vivienda en estos puntos podrán respirar tranquilos tras escuchar las iniciativas que el Ayuntamiento de Málaga va a activar para minimizar el impacto que la revisión tendrá sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). La solución propuesta por el área de Economía y Hacienda del Consistorio, encabezada por la concejala Carolina España, pasa por aplicar en el recibo del próximo año, así como en 2010 y 2011, subidas similares al Índice de Precios al Consumo (IPC), que en estos momentos está en el 5%, al objeto de que la cuantía a pagar sea muy inferior a si se aplicase de forma directa la subida del Catastro. Con este paso, además, el equipo de gobierno del PP pretende que el efecto sea "similar" a todos los propietarios.

Fuentes próximas al gobierno municipal fueron claras al subrayar que la apuesta va a ser la de hacer que el impacto que supone esta variación de las ponencias no sea casi percibido por los ciudadanos. "Van a seguir pagando lo que hasta ahora en el IBI más el IPC", indicaron, al tiempo que apostillaron que la iniciativa será efectiva en 2009, 2010 y 2011. "Estamos hablando de una especie de periodo de transición que establecemos para que la gente pueda llevar de la mejor manera las actuales condiciones económicas", explicaron las fuentes.

"Lo que hace el equipo de gobierno es valorar la situación económica complicada que tenemos todos. Al tiempo, se consigue que, con independencia de los cambios que haya en el valor catastral de una vivienda, todos paguen por igual durante esos primeros años", señalaron, al tiempo que pusieron como ejemplo: "Se puede dar el caso de una casa cuyo valor pase de 16.000 a 46.000 euros, pero cuyo propietario siga pagando en los tres años sucesivos lo que abona en la actualidad más el IPC".

Pero una vez superado este, a priori, trienio de dificultades, los recibos del IBI empezarán a mostrar la nueva realidad catastral existente en la ciudad tras el trabajo de revisión impulsado por el Gobierno central y con el que tratan de actualizarse unos valores inamovibles desde hace 12 años. No obstante, para reducir el trauma que podría tener sobre las economías locales el Ayuntamiento augura, de un lado, dividir este incremento durante siete años y, de otro, la posibilidad de bajar el actual tipo impositivo que se emplea en el Impuesto de Bienes Inmuebles, que se encuentra al 0,69%, aproximadamente. Con ello, añadieron las fuentes, se volvería a minimizar la incidencia.

El planteamiento expresado por las fuentes próximas al equipo de gobierno varía sustancialmente de lo ocurrido en otros municipios, como Estepona, donde el IBI ha sido objeto de una importante confrontación ciudadana. La decisión del equipo de gobierno de este municipio, en ese momento encabezado por el ahora encarcelado Antonio Barrientos, fue la de aumentar el tipo impositivo, lo que se sumaba al ya importante incremento de los valores catastrales. La protesta de los vecinos fue tal que salieron a la calle alrededor de 10.000 personas exigiendo modificaciones en la actuación. Por el contrario, en Málaga, según las fuentes, el objetivo "no pasa por hacer caja con la recaudación de este impuesto, sino por una línea marcada por la moderación".

Para dar a conocer la estrategia diseñada por el Ayuntamiento respecto a la revisión del Catastro, la intención del equipo de gobierno es mantener numerosas reuniones con colectivos ciudadanos, sociales y económicos de la capital, tales como colegios profesionales y organizaciones como la CEM o la Cámara de Comercio.

El trabajo de revisión desarrollado por la Gerencia provincial del Catastro toma como base un análisis de campo desarrollado entre los meses de octubre de 2007 y abril de 2008 y que ha incluido la comparación de valores de alrededor de 400 inmuebles, viviendas, solares, locales comerciales, garajes... Desde este organismo, dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, se informó de que la adecuación realizada es bastante "prudente", a lo que ha contribuido el que se haya realizado en un momento en que el sector inmobiliario se encuentra en proceso de desaceleración.