El alcalde de Teba, Cristóbal Toral, criticó ayer que dos meses después de las inundaciones provocadas por las lluvias del pasado octubre –las cuales dejaron el municipio incomunicado cerca de 20 horas y sin suministro de agua más de una semana– continúa sin recibir una respuesta proporcionada para hacer frente a los daños, por lo que estudia nuevas movilizaciones.

Con esta situación, el regidor afirmó que la sensación es de “preocupación” por el “abandono” del Gobierno central. “El Gobierno de la nación se ha olvidado de Teba y Campillos”, recalcó. A nivel estatal, el Ayuntamiento sigue a la espera de cualquier gesto, explicó.

El único movimiento del Ejecutivo central fue la aprobación en Consejo de Ministros de la Declaración de Zona Gravemente Afectada por Emergencia de Protección Civil, una medida que todavía no se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado, por lo que, a efectos prácticos, no tiene incidencia alguna en los municipios aludidos.

El regidor criticó no haber recibido siquiera una carta o llamada del Ejecutivo y denota una distancia entre el ritmo de acción del Gobierno y el de los partidos y la sociedad. Según Corral, la única atención prestada llegó cuando el pueblo se echó a la calle y, por eso, se están estudiando nuevas movilizaciones a corto plazo. “Tenemos que estar movilizados, es lo único que está en nuestras manos”, señaló.

Las prioridades del Consistorio, solventados los problemas de primera necesidad, están en las instalaciones deportivas del municipio, que quedaron completamente destrozadas y cuyos daños se elevan a 950.000 euros, y en el Patrimonio Histórico. “Los daños en el Patrimonio Histórico no pueden ser descritos con una cifra”, alegó el alcalde.

A los numerosos desperfectos en la Cueva de las Palomas, en cuya rehabilitación han participado las universidades de Cádiz y Almería, hay que sumar el deterioro del Castillo de la Estrella. Su Centro de Interpretación, ubicado en la Torre del Homenaje, lleva un mes cerrado por el peligro de desprendimiento y cuyas obras de consolidación ascienden a 250.000 euros, sin albergar el recinto amurallado, que se encuentra apuntalado. Por todos estos motivos “el Ayuntamiento vislumbra un horizonte muerto”, afirmó Corral. En total los técnicos municipales calcularon un daño de 15,8 millones de euros.