Málaga

Termina la parada que ha mantenido cerrados los caladeros de sardinas

  • Los pescadores de cerco han reanudado la actividad en Málaga para atender la demanda de este pescado que se produce en verano en chiringuitos y mercados

No hay chiringuito de la Costa del Sol que se precie que no incluya entre sus platos estrella los tan demandados espetos de sardinas. Pero no en todas las épocas del año saben igual. Se dice que es en los meses cuyo nombre no contiene la r cuando alcanzan la mejor calidad y algo de cierto debe haber porque es en mayo cuando los pescadores pueden volver a capturar sardinas en los caladeros malagueños después de dos meses de parada biológica en los que han tenido tiempo de llegar al tamaño óptimo antes de ser consumidas.

La sardina pone sus huevos entre octubre y noviembre y no es hasta mayo cuando alcanza esa textura y sabor que la hacen tan particular. Aunque haya estado prohibido pescar sardinas en los meses de marzo y abril, hay chiringuitos que no han querido excluir los espetos de su carta y han optado por traerlas de otros sitios. Pero no hay que ser muy entendido en la materia para notar la diferencia.

Hace pocos días que el sector del cerco, dedicado a la captura de las especies pelágicas más comerciales como boquerones, sardinas, jureles y caballas, reanudó la actividad en la provincia y lo que se han encontrado en el mar supera las expectativas. "Los caladeros están mucho mejor de lo que esperábamos y hay gran cantidad de boquerones y sardinas", aseguró el presidente de la Federación Provincial de Pescadores, Francisco Pastor.

El retorno de estas especies han tenido una buena acogida en las lonjas después de dos meses de ausencia. Los boquerones se están vendiendo a 6 euros el kilo, mientras que las sardinas rondan todavía los tres euros. Son precios aceptables pero que, según los pescadores, subirán unos 3 euros más de cara al verano cuando aumente la demanda por el aluvión de turistas que vienen cada año en busca del tradicional plato de pescaíto de Málaga.

Pero mientras el sector del cerco vuelve a la actividad, los barcos de arrastre tendrán que permanecer amarrados a puerto hasta el 30 de junio para cumplir con la parada biológica. Eso significa que hasta entonces todas las especies de fondo que se comercialicen en los mercados malagueños procederán de otros caladeros fuera de la comunidad.

Merluzas, lenguados, cigalas, gambas y salmonetes que se consuman en los próximos meses no serán de Málaga, como tampoco lo será el pulpo que también estará durante mayo y junio en periodo de veda para garantizar su reproducción. Lo mismo ocurrirá con dos de las especies de moluscos bivalvos más comerciales de la provincia. La chirla y la coquina no se podrá capturar, aunque la prohibición solamente se mantendrá durante este mes.

El inicio de la veda de estas especies coincide justo con el fin de la prohibición de pescar moluscos por culpa de la marea roja que ha mantenido cerrados todos los caladeros malagueños durante el mes de abril. Pero la toxina ya ha desaparecido y los consumidores pueden disfrutar sin miedo de los exquisitos platos que da el mar.

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