Poco queda de las estanterías que una vez estuvieron repletas de blusas y vestidos. Los maniquíes que se esparcen por el local, ahora desnudos, no volverán a ser los protagonistas del escaparate del Siglo XX. "Etapas que acaban, afortunadamente comienzan otras", se puede leer en el cartel que ha colgado Helena tras 48 años dedicándose a su comercio en cuerpo y alma.

En 1975, el que fue su marido, Salvador, abrió el negocio como librería y papelería. Con el paso de los años, introdujeron juguetes, prendas de ropa y artículos de decoración. "En las campañas de Navidad la gente esperaba a que montásemos el árbol para ver cuál se llevaba ese año", asegura orgullosa.

Después de muchas temporadas de auge, con grandes colas formándose en la puerta gracias a la apertura del Instituto de Huelin y del resto de colegios de la zona, comenzaron a propagarse las grandes franquicias por el distrito.

Helena Olaso, su hijo Salvador y Paco de la Torre, alcalde de Málaga, posando junto a un cartel del Siglo XX ubicado en la Calle Larios

Al fallecer Salvador hace nueve años, ella se vio obligada a cerrar la sección de papelería y librería. A punto de cumplir los 67 y habiendo superado la edad de jubilación, Helena decide que ha llegado el momento de decir adiós al negocio que la ha convertido en una pieza esencial en la vida de sus vecinos. Para ella, se abre un mundo de nuevas oportunidades que no se va a permitir desaprovechar: "Quiero viajar, ir a la universidad de mayores... Y creo que es el momento de hacerlo".

"Vine en silencio y quiero irme en silencio", afirma. Pero, en menos de una hora, Helena recibe a casi una decena de personas que van solo para despedirse de ella y desearle lo mejor en esta nueva etapa de su vida.

Y es que ha estado 48 años ganándose a pulso el cariño de todos los vecinos del barrio: "Ojalá todo el mundo fuera como tú detrás de un mostrador", dice Elena, que lamenta el cierre de uno de los comercios que la ha visto crecer.

"¿Esto? Esto es mi familia, me ha sacado de muchos apuros de mi vida y ha sido mi consuelo en muchos momentos. La voy a echar de menos todos los días", asegura Tere, una de las clientas más arraigadas del Siglo XX mientras abraza a Helena y lucha, inútilmente, por contener las lágrimas.

La fachada de la tienda Siglo XX, en Huelin, justo antes de su cierre

La dueña recuerda perfectamente una Navidad en la que Tere castigó a sus hijos por haberse peleado y les dijo que los Reyes Magos no irían ese año a su casa. Helena guardó durante cuatro meses los regalos en su tienda hasta que ella decidió dárselos.

No solo sus clientas reconocen su incansable labor y su carácter cercano. Susana, compañera de oficio y dueña de Modas Susana Cabello, también ha acudido al local para llevarle un ramo con la siguiente dedicatoria: "En reconocimiento por tu esfuerzo, dedicación y gran labor por el barrio de Huelin y tus compañeros, siempre con una sonrisa".

Hoy, en el Siglo XX, ha habido una palabra que no se ha parado de escuchar: "familia". Gracias a su cariño, a su comprensión y a su cercanía, aunque Helena se marche de Huelin, está claro que nunca dejará de ser parte de su historia.