El escritor J. G. Ballard veía todo el litoral mediterráneo invadido de lo que para él no era otra cosa que una enorme y única ciudad: una suerte de brutal megalópolis encarada al mar que permite recorrer su costa de punta a punta, desde Portugal a Grecia. Un verdadero Sendero Litoral monstruoso, bestial, crecido y potenciado a base de esteroides hasta alcanzar dimensiones titánicas. Y como un pequeño hito de esta ultraurbe, Rincón de la Victoria, con su litoral, con todas sus playas, como una verdadera victoria de la planificación.
De, en la práctica, ciudad dormitorio a triunfo de la proyección turística, este municipio ha logrado cambiar en las últimas décadas la imagen que se reflejaba sobre él, transformándose en un destino en el que cada vez más visitantes reparan para pasar sus vacaciones.
Y todo gracias a unas playas extensas, cuidadas y con buenos servicios, y aun así, sin lugar a dudas, mucho menos masificadas y más tranquilas que las costas de sus localidades vecinas.
Así, en Rincón de la Victoria encontramos, en sus cerca de ocho kilómetros de litoral, las siguientes playas:
Playa de Rincón de la Victoria
Playa de la Cala del Moral
La playa de la Cala del Moral atrae, cada año que pasa, a más turistas.
Si trazamos una ruta rumbo oeste-este, la primera playa que nos encontramos en Rincón de la Victoria es la playa de la Cala del Moral, de una longitud de algo más de kilómetro y medio y una anchura de 40 metros de media.
La playa de la Cala del Moral linda al oeste con la playa de la Araña de Málaga capital y al este con los acantilados del Cantal. Recibe el mismo nombre con el que es conocido desde el siglo XVI este núcleo poblacional, empleado en su origen para la defensa y vigilancia de la línea de costa malagueña.
Con una ocupación media/alta en periodos estivales, y de arena oscura y con grava en algunas zonas, esta playa de ambiente familiar tiene un buen acceso a pie, en coche y en transporte público. Además, cuenta con todos los servicios que podemos esperar de una playa cuidada: alquiler de elementos náuticos, hamacas, tumbonas y sombrillas, duchas, lavapiés, papeleras, zonas de juego infantil, aseos...
Hay quien destaca la playa de Calaflores como una zona delimitada dentro de este tramo, situándose frente a la urbanización homónima.
El paseo marítimo Blas Infante, donde encontramos numerosos locales gastronómicos, corre en paralelo a la Cala del Moral y se comunica con el paseo marítimo de la playa de Rincón de la Victoria a través de los túneles de la Cala que atraviesan la punta del Cantal, un accidente geográfico de pequeños acantilados rocosos.
Estos túneles fueron construidos en 1908 para albergar la vía del tren que iba de Málaga a Vélez-Málaga y estuvieron en funcionamiento hasta 1968.
Dichos túneles son parte del paseo marítimo del Cantal que recorre este escarpado promontorio del litoral, retorciéndose como un auténtico laberinto de escaleras y paseos.
Túnel de la Cala del Moral que atraviesa la punta del Cantal.
Desde lo alto de la punta del Cantal podemos disfrutar de una panorámica de toda la costa de Málaga, de la Torre del Cantal y del santuario dedicado a la Virgen del Carmen, perennemente rodeado de ofrendas florales.
Un lugar genial donde hacernos un selfie con el que sazonar nuestro perfil de Instagram y con el que provocar envidia a los amigos que todavía no han comenzado sus vacaciones. Amén de compartirlo con alguna etiqueta del tipo #viveelmomentoelmomentoesahorastopgentetoxica
Frente a la punta del Cantal encontramos un litoral subacuático lleno de vida, una de las joyas que el Mediterráneo oculta y que sólo muestra a aquellos valientes que se sumergen en las profundidades para hacer buceo.
De hecho, en la Cala del Moral se encuentra la Cueva del Tesoro, conocida como una de las tres únicas cuevas de origen submarino descubiertas en el mundo, la única de estas características en Europa.
Recibe este nombre porque una leyenda afirma que guarda un tesoro en su interior, aunque el verdadero tesoro es la cueva en sí misma.
En resumen, esta playa es un hermoso tramo del litoral costasoleño en el que, con suerte, nos podremos encontrar con la Gorda de la Cala.
Playa de Rincón de la Victoria
Rincón de la Victoria se ha convertido en un municipio enfocado al turismo.
Tras atravesar la punta de Cantal, ya sea acortando por los túneles, o disfrutando de su laberíntico paseo, alcanzamos la playa de Rincón de la Victoria.
Con algo más de 2.500 metros de longitud y una anchura media de 30 metros, esta playa es una de las más extensas de la Costa del Sol. Por su situación, en pleno centro de la localidad, y por ser una playa muy popular entre los rinconeros, es una cala bastante concurrida, pero en la que de todos modos nos haremos fácilmente con un hueco para disfrutar de un buen día de paz bajo el astro rey.
Claro está, siempre que sigamos la máxima paterna fundamentada en "salir muy temprano o quedarse en casa", aunque eso en realidad vale para cualquier playa. También debemos tener en cuenta que nunca, por muy pronto que nos levantemos, clavaremos nuestra sombrilla en la arena antes que un jubilado.
De ambiente familiar, cómodos accesos, adaptada para personas con movilidad reducida y ubicada en pleno corazón rinconero, la playa de Rincón de la Victoria cuenta con todo tipo de servicios.
Además es la base del Club de Bogadores Rincón de la Victoria, equipo que participa en la conocida liga de jábegas, la competición marítima de remo que se celebra en las aguas de la provincia malagueña.
Playa de Torre de Benagalbón
Ninguna de las playas de Rincón de la Victoria está catalogada como nudista.
Seguimos rumbo hacia el sol naciente y llegamos a la playa de Torre de Benagalbón, una extensa cala que se encuentra entre la de Rincón y la playa de los Rubios.
Esta playa cuenta con una extensión de algo más de un kilómetro de largo y unos 30 metros de anchura media. Compuesta por arena oscura y unas aguas por regla general en calma que permiten disfrutar de un baño tranquilo, es visitada principalmente por los vecinos de la zona que acceden con facilidad a pie o en autobús urbano.
Aunque, cada vez más, también por visitantes que escogen las playas de Rincón para pasar sus vacaciones de verano en un ambiente relajado. De hecho, muchos de ellos no desaprovecharan la oportunidad para jugar al golf en el señero campo de Añoreta.
La playa recibe su nombre de una torre almenara que podemos contemplar en mitad de su litoral. En Rincón de la Victoria existen varias torres vigías de este tipo, entre las que destacan esta Torre de Benagalbón y la ya mencionada Torre del Cantal.
Estas construcciones fueron erigidas durante el siglo XIV en el reinado de Yusuf I, fundador de numerosas fortificaciones en toda la costa andaluza.
En sus orígenes eran utilizadas como torres vigías para defender la zona de los continuos ataques piratas tan frecuentes en aquella época, con señales de humo durante el día y hogueras por la noche.
Playa de los Rubios
Los Rubios... ¿una indirecta para atraer al turismo germano?
La playa más oriental de Rincón de la Victoria es la playa de los Rubios, colindante al término vecino de Vélez-Málaga.
Esta playa se encuentra en el barrio de los Judíos y es bastante amplia, con una extensión superior al kilómetro, aunque con unos 20 metros de ancho de media.
Recomendada a las familias por su tranquilidad y sus aguas reposadas como una balsa de aceite, cuenta con numerosos servicios repartidos por su arena oscura.
Además, en paralelo a ella hay un paseo ecológico, un espacio verde que se suma al cercano parque canino La Serrezuela, a lo largo del cual se han colocado miradores para disfrutar del paisaje.
Los Rubios es, por tanto, una playa perfecta para pasar un día de relax tumbados en la arena, a menos que cometamos el error de ir con el típico amigo plomo que se lleva una guitarrita y no deja de torturarnos con pasodobles carnavaleros.
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