Málaga

Toros y cocina, 'paseíllo' de sabores en Nerva

  • Situado en Cristo de la Epidemia, este restaurante ofrece un menú diario en el que combina la comida casera con un toque de modernidad y siempre, diferente

Un entorno muy taurino y un menú repleto de platos tradicionales es la oferta que hoy hace Nerva, un restaurante situado en plena calle Cristo de la Epidemia que lleva 25 años dando de comer a los malagueños. Al principio era Agustín quien abrió el negocio. Ahora está al mando Joaquín Fernández, su hijo. A partir de las 13:00 y hasta las 16:00 el comedor de este restaurante está abierto. Cada día una carta con cuatro primeros, tres segundos y tres postres preside las mesas de Nerva. Ningún almuerzo es igual al de la jornada anterior pues el equipo que trabaja en este restaurante, formado por una cocinera, una ayudante de cocina y un camarero de sala, además de Joaquín y Agustín, piensa minuciosamente, cada tarde, los platos que ofrecerán al día siguiente.

Hay una norma dentro de su menú. En los primeros siempre ofrecen un plato de cuchara, una ensalada fría y otra templada y una crema. Además, en los segundos el comensal podrá disfrutar cada comida de un pescado diferente, una carne y un plato de verduras. Así, todos los días los clientes podrán pedir para comer algo diferente.

Entre los primeros platos que sirven Joaquín destaca el gazpachuelo de patatas con rape y viña AB, un vino amontillado. Además, la crema de calabacín y puerros, la porra antequerana con taquitos de ibérico y el ajoblanco de almendras con sorbete de higos. Entre los segundos, el rabo de toro al vino listón, un caldo dulce de los montes de Málaga, es un clásico del Nerva. También, el bacalao confitado con crema de patatas y verduritas, es una de sus especialidades cuando el comensal lo que prefiere es pescado. Una vez que la comida ha terminado Nerva nos presenta una carta de postres con ingredientes clásicos, aunque con un toque novedoso, pues la intención de estos restauradores es "renovar" la cocina tradicional, tal y como explica Joaquín. Entre los platos dulces se pueden degustar, tanto un bienmesabe de almendras como unas croquetas de chocolate con helado de vainilla o flan de queso con frambuesas.

Aunque el menú cambie cada día, todos los jueves este restaurante propone de primero paella y el viernes una sopa tradicional malagueña, el gazpachuelo. "La gente viene esos días sabiendo que podrá comer esos dos platos", asegura Joaquín.

También se puede tapear en Nerva. Además de una carta de sugerencias, que recoge varios pescados del día, mollejitas de cordero lechón o sopa fría de melón con jamón, una selección de tapas aparece pintada en una de las paredes del local. Entre ellas, croquetas de salchichón de Málaga o judiones con compango asturiano. Además, este bar está abierto desde las 7:00 para ofrecer unos tradicionales desayunos.

Unas tostadas con jamón ibérico o salchichón y un buen cafelito malagueño es lo que nos proponen sus dueños. Joaquín explica que sus clientes "se sienten como en casa". En los desayunos los clientes "no tienen que pedir lo que quieren, ya lo sabemos, y directamente se lo llevamos a la mesa". También venden jamón de Guijuelo al corte. Además de otras chacinas típicas de la provincia.

El nombre del bar no es ninguna casualidad. Agustín, su dueño, es muy aficionado a los toros y Nerva es "un pasodoble taurino que creó el maestro Manuel Rojas", explica Joaquín, su hijo. Toda la decoración da parte de la devoción por ese mundo. Las paredes están repletas de caricaturas de famosos toreros y de fotos de diferentes corridas. En la feria, además, se reúnen los aficionados para comentar las corridas del día anterior.

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