De la Torre y Bendodo piden al actor que reconsidere la decisión
"Sorpresa" y "dolor". Esas fueron las dos primeras palabras verbalizadas ayer por el alcalde, Francisco de la Torre, para explicar la sensación que le deja la renuncia de Antonio Banderas a pugnar por el futuro Astoria. El regidor del PP, si bien dijo comprender la "desmoralización y la afección" causada en el actor por las críticas, fue claro al añadir: "hay que tratar de superar esas cosas, por el amor a la ciudad hay que intentar superar algunos comentarios, algunas críticas injustas". De la Torre, que se enteró de la renuncia de Banderas por la información de Sur, mostró su intención de contactar con él, así como con Seguí, en el intento de reconducir la situación, a sabiendas de la dificultad de la tarea. "Lamento profundamente que estemos en esa situación; lo que más me preocupa y duele es el dolor inmenso que tiene que tener para haber escrito lo que ha escrito", expuso, y añadió: "mi primera obligación es tratar de convencerle, de que no perdamos ese activo de cara al concurso y a la ciudad".
En cuanto al proceso para transformar la manzana del Astoria y Victoria, aludió a la necesidad de "reflexionar para ver de qué manera se puede reconducir", abogando por continuar con el camino trazado y que debe desembocar con la convocatoria de una concurrencia competitiva que permita encontrar una empresa que ejecute el nuevo inmueble sobre la base del proyecto ganador del concurso, el de Banderas, Seguí y Starlite. "Hay elementos interesantes para Málaga según el concurso de ideas y da mucha pena que se pueda perder, hay que ver como conseguir que el concurso salga adelante, que haya satisfacción en todos y sobre todo en la persona que aportaba al concurso de ideas", insistió. "No tengo ningún empeño en que sea tal personal la que lo haga, pero creo que el concurso mejora si hay gente como él concursando por ganarlo, pero puede haber más", dijo. En su misma línea, el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, dijo estar entristecido por la decisión de Banderas y le pidió que reconsidere su postura "a ntes de abandonar por completo esta iniciativa". "Su proyecto había despertado un enorme interés en la provincia, contaba con todos los elementos para convertirse en nuevo foco cultural y suponía un complemento perfecto a nuestra oferta de ocio", dijo en un mensaje Facebook, en el que elevó a Banderas como el "mejor embajador" de Málaga.
"Que Banderas fije su atención sobre una obra tan emblemática supone un lujo y una oportunidad que no podemos desperdiciar, por mucho que la oposición lo rechace", apostilló. Sobre la oposición dijo que "no está a la altura". "Ignora que la ciudad está por encima de sus intereses partidistas y su política de luces cortas les pasará factura", insistió.
El socio de investidura de De la Torre, Ciudadanos, fue agresivo con las formaciones que izquierdas que cuestionan el procedimiento. "Aquí es porque hablamos de Banderas, pero hay muchos empresarios, como ocurre con el hotel del puerto, que siguen recibiendo el mismo boicot; no puede ser que por partidos irresponsables de la izquierda se vayan los inversores", afirmó Juan Cassá. "Nos encanta el sello de Antonio Banderas y Starlite y defendemos al arquitecto José Seguí; nos apena que Banderas haya tirado la toalla por críticas malintencionadas de los partidos de la izquierda", apostilló.
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