De la Torre mantiene su apuesta por Cortés y premia a Carlos Conde

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, parece querer disipar cualquier atisbo de fricción con la dirección provincial del PP, en la que existía cierto malestar por la posición adoptada por el regidor en las negociaciones con Ciudadanos. Lejos de pasar factura a los concejales más próximos a Elías Bendodo, el recién reelegido alcalde rompe cualquier especulación y mantiene su confianza en Mario Cortés, hombre fuerte del pasado mandato, y premia de manera a Carlos Conde por permanecer en la Casona del Parque a pesar de que la idea inicial era que tomase, como hace cuatro años, el camino de Diputación junto a Bendodo. Otra cara es la de María del Mar Martín Rojo, relegada en sus atribuciones, si bien recibe un área especialmente vinculada al mundo empresarial y a los autónomos, en los que el acuerdo PP-Ciudadanos pone el acento.

El gesto de De la Torre, que reparte áreas y distritos a los once concejales, con Cortés fue una de las sorpresas de la distribución de competencias. Frente a las especulaciones, que apuntaban la sustitución de Cortés como voz del PP, el regidor lo mantiene como pilar de su gestión, otorgándole incluso la Primera Tenencia de Alcaldía. No sólo lo consolida como portavoz, sino que suma a sus ya tradicionales funciones al frente de Nuevas Tecnologías e Innovación, el área de Seguridad.

El segundo nombre propio es el de Carlos Conde, edil popular número trece tras las elecciones del pasado 24 de mayo. Precisamente, la situación precaria en la que se encuentra De la Torre tras no alcanzar la mayoría absoluta y perder 6 asientos en el Salón de Plenos, le ha obligado a robarle a Bendodo a quien durante los últimos cuatro años ha ejercicio como su mano derecha en la Diputación.

La cuestión, según reconoció el pasado lunes el propio dirigente municipal, no fue abordada hasta horas antes de tomar la decisión, algo que no gustó en exceso al afectado, cuyo primer deseo era volver a acompañar a Bendodo. De hecho, fuentes municipales llegaron a señalar que cuando se puso sobre la mesa la posibilidad de permanecer en el Consistorio, Conde reclamó saber qué función iba a desempeñar. De la Torre lo premia con una de las grandes áreas, Economía y Hacienda, relegando de la misma a María del Mar Martín Rojo.

Puede decirse que es la principal afectada en un reparto particularmente continuista de las áreas. Aparcada de Economía y Hacienda, pasa a asumir Comercio y Vía Pública y Economía Productiva, un departamento de nueva creación, que incorpora las oficinas del Empresario/Autónomo, del Inversor y para la Gestión y Coordinación de las Infraestructuras Básicas y Programas Europeos.

A esto se añade el Instituto Municipal para la Formación y el Empleo (IMFE). En este cambio de peso, deja de estar vinculada al Palacio de Ferias y Congresos y a Promálaga, entes que estarán bajo la dirección de Cortés. No obstante, Martín Rojo se queda con herramientas con las que poner en valor algunas de las propuestas más significativas del programa electoral del PP, caso de las bonificaciones a los autónomos. Medidas que le otorgarán, previsiblemente, una mayor visibilidad que hasta la feche.

Al margen de estas tres maniobras, De la Torre apuesta claramente por la continuidad, sin bailes de asientos que reseñar respecto a las responsabilidades del mandato pasado. En este apartado destaca la apuesta personal del regidor por Francisco Pomares, al que consolida como concejal de Ordenación del Territorio y Vivienda. En esta ocasión con dedicación exclusiva, puesto que más allá de disponer del distrito Palma-Palmilla, no tendrá que dedicar tiempo a otra área, ya que Derechos Sociales, Participación Ciudadana, Inmigración, Cooperación e Igualdad de Oportunidades pasarán a estar bajo el mando de Julio Andrade.

La continuidad de Pomares constata la confianza que parece tener el regidor en el edil, más aún si se tiene en cuenta que su última etapa al frente de Urbanismo, desde julio de 2013, ha estado marcada por polémicas de importancia, caso del proyecto del Campamento Benítez, los Baños del Carmen, la ocupación irregular del Cubo, donde hoy se asienta el Centro Pompidou, y las polémicas declaraciones de la que fuera jefa de departamento de Inspección, Teresa Domingo.

Andrade, a las funciones antes señaladas, suma la tarea que ya venía desempeñando en Turismo y y Promoción de la Ciudad. En este mismo capítulo de respaldo puede incluirse a Raúl Jiménez, hasta ahora concejal de Medio Ambiente, y que ahora gestionará Sostenibilidad Ambiental, departamento de que dependen Limasa, Emasa, Limposam y Parcemasa.

Los dos fichajes que el PP incluyó en su candidatura a las municipales, Elvira Maeso y Paqui Bazalo, acaban incorporándose a las áreas inicialmente previstas. La primera será la que gestione le movilidad de la ciudad y la que tenga que entrar en profundidad en los asuntos de Metro y la Empresa Malagueña de Transportes, entre otros. La empresa que tiene por delante no es baladí, dadas las cuestiones por resolver de manera casi inmediata en el asunto del ferrocarril urbano. Bazalo, que fue medalla de oro en los Juegos Paralímpicos, gestionará el área de Accesibilidad.

Mantienen el estatus actual ediles como Teresa Porras, que mantiene Servicios Operativos, Régimen Interior, Playas y Fiestas, así como dos distritos (Cruz de Humilladero y Teatinos-Universidad); Gemma del Corral, que mantiene Cultura, en la que se fusionan las sociedades del Teatro Cervantes y del Festival de Cine, y de la que también dependen la Casa Natal de Picasso, el Pompidou y el Museo Ruso. La edil suma, además, Educación. Elisa Pérez de Siles, por su parte, pasa a gestionar Deporte, Juventud y Tiempo Libre, lo que supone una novedad respecto al mandato pasado.