Totalán sabe a chanfaina

El municipio de Totalán celebró ayer la VIII edición de su Fiesta de la Chanfaina, declarada de Interés Turístico Provincial, en la que el diputado de Fomento y Atención al Municipio, Ignacio Mena, recogió el Premio Chanfaina. Mena estuvo acompañado por el alcalde, Miguel Ángel Escaño, y el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, entre otros. Más de 9.000 personas tuvieron la oportunidad de degustar la chanfaina, el plato típico de Totalán, que lleva como ingredientes patata, aceite, vinagre, orégano, azafrán, laurel y, si se quiere, se completa con asaduras o morcillas en rodajas. De fácil elaboración y coste barato, lo consumían tradicionalmente los agricultores que se dedicaban a la recolección de la aceituna durante el invierno.

Esta fiesta, que se viene celebrando los últimos siete años el último domingo de noviembre, comenzó con la apertura de puestos de degustación de productos característicos del pueblo, procedentes del olivar, la viña y el cerdo, acompañados de vino, del que se han encargado unos 300 litros. También se dedicó un espacio a dar la bienvenida al visitante, donde éste puede recoger la programación y el itinerario del evento. Ya a mediodía, se ofreció el esperado plato de chanfaina, para cuya elaboración se han empleado 800 kilos de patatas, 100 kilos de carne y otros 100 de chorizo. Asimismo, los asistentes pudieron visitar los alrededor de cuarenta puestos de venta de productos gastronómicos y procedentes de la artesanía local.

A esta celebración se ha unido un extenso programa de actividades, como actuaciones de las pandas de verdiales, bailes al son de la orquesta y exposiciones de antiguos aperos de labranza, además de la concesión de los Premios Chanfaina, de los que hizo entrega el Ayuntamiento, y que reconocen al hombre y a la mujer más longevos de la localidad. Totalán es un pueblo situado en la comarca de la Axarquía, con cerca de 700 habitantes, que ofrece un paisaje de suaves lomas pobladas de olivos, algarrobos y almendros con calles blancas, estrechas y empinadas que revelan su pasado árabe. Su gastronomía está muy ligada a la dieta mediterránea, como queda patente en muchos de sus platos como la calabaza frita, la sopa de tomate, el gazpachuelo, el zoque, el ajoblanco y la chanfaina.