Equipos de rescate vietnamitas tratan de salvar este lunes a un niño de 10 años que quedó atascado hace dos días dentro de un agujero para pilotes de cemento de 35 metros de profundidad y apenas 25 centímetros de diámetro en la provincia de Dong Thap, en el sur del país. Este caso es muy similar al intento de rescate del niño Julen en Totalán en 2019.

Thai Ly Hao Nam, de 10 años, fue el sábado junto a tres vecinos a recoger metal en las obras de construcción de un puente cuando cayó en un pilote de cemento hueco en el que quedó atrapado sin que los equipos de rescate hayan dado de momento con la solución para sacarlo con vida, recoge este lunes el periódico Tuoi Tre (Juventud).

Un hueco como la palma de un adulto

"Nadie imaginaba que un niño pudiera quedar atrapado tan abajo en el pilote porque el espacio es tan ancho como la mano de un adulto", afirmó un rescatador al periódico digital VnExpress.

Desde que ocurrió el accidente el sábado, decenas de policías y bomberos se han desplazado al lugar para rescatarlo y bombean oxígeno al agujero para que pueda seguir respirando y le envían agua.

Los equipos de rescate trataron en un primer momento de ensanchar el agujero en el que está metido el pilote para poder sacarlo después, pero la estrategia no ha dado frutos hasta el momento y buscan otras soluciones que ayuden a sacar al niño con vida.

Según Tuoi Tre, las autoridades no están seguras del estado de salud del pequeño, que ha dejado de interactuar con los rescatadores.

En enero de 2019, las 300 horas que se prolongó el rescate de Julen, el niño de 2 años que murió al caer por un pozo en Totalán, evidenciaron la enorme resistencia que opuso la montaña para auxiliarlo. Un reguero de dificultades que, sin embargo, no hicieron desistir a los equipos de emergencias, afanados en sacar con vida al pequeño. Murió sepultado.