La UMA pierde a José María Troya, el gran impulsor de los estudios y la investigación informática
El catedrático de Informática muere en Málaga tras perder la batalla frente al cáncer contra el que luchaba desde agosto del año pasado.
El catedrático de Informática, director del centro Ada Byron y fundador del poderoso Grupo de Ingeniería del Software de la Universidad de Málaga (Gisum), José María Troya (Olvera, Cádiz, 1952) murió ayer en Málaga tras perder la batalla frente al cáncer contra el que luchaba desde agosto del año pasado.
Troya se incorporó a la Universidad de Málaga en 1989 procedente de la Complutense de Madrid. Como director de la Escuela de Málaga, hasta que tomó el testigo Ernesto Pimentel, el primer alumno al que dirigió la tesis en la UMA, fue una figura esencial en la configuración de los estudios de Informática. Aprovechando la reforma que planteó el plan Bolonia promovió la actual configuración de la oferta académica (Informática, Software, Computadores e Ingeniería de la Salud). De su faceta investigadora queda Gisum, Premio Málaga en 2010, que aún en las etapas más profundas de la crisis y los recortes ha llegado a tener un centenar de investigadores y 40 proyectos en marcha por importe de ocho millones de euros.
Este macroequipo científico es en la actualidad el mayor de Andalucía y uno de los más grandes en España en el ámbito de la computación. José María Troya promovía la conversión de Gisum en el Instituto de Ingeniería y Tecnología del Software, organizado en nueve equipos diferentes. En una entrevista a finales de 2014 explicaba que era la manera de dotarle de "más espacio, más medios y visibilidad propia". Este trabajo lo compatibilizaba con la dirección del centro Ada Byron, enclavado en la zona de expansión del Campus de Teatinos que incluye otros cuatro unidades científicas.
Hoy a las 13:00 profesores, investigadores, alumnos y personal de administración de Informática rindieron un minuto de silencio en su memoria en las aulas y en el hall del Museo de Informática que él impulsó. El director de la Escuela de Informática, Ernesto Pimentel, recordaba que había sido para él más que un director de tesis: "Fue un jefe generoso, un gran maestro, pero sobre todo mejor amigo".
También te puede interesar
Contenido ofrecido por SO/Sotogrande Spa & Golf Resort
Contenido Patrocinado