Málaga

La UMA amplía sus fondos propios para investigación en un 250% desde 2015

  • De los 600.000 euros de 2015 se ha pasado a 3,1 millones previstos para 2018

  • Son más de 1.500 los nuevos beneficiarios del plan

Un investigador observa un chip en un microscopio.

Un investigador observa un chip en un microscopio. / m. h.

En 2015 la Universidad de Málaga destinó 600.000 euros de sus fondos propios a proyectos de investigación. En julio de 2016 se aprobó el I Plan Propio de Investigación y Transferencia y la inversión se multiplicó un 250%. En 2017 el presupuesto superó los 2,3 millones de euros y lo previsto para 2018 hace crecer esta cifra en 800.000 euros más. "La crisis provocó un déficit importante de financiación por parte de la Comunidad Autónoma y se resintieron todas las partidas, pero está claro que el aumento actual no sólo se debe a la mejora económica. La investigación es una apuesta clara de este nuevo equipo de Gobierno", comentó Teodomiro López, vicerrector de Investigación y Transferencia, que presentó un estudio de lo conseguido por el nuevo plan en el claustro de ayer. Y esto, señaló, " va a hacer que mejore el posicionamiento de la UMA".

Teodomiro López destacó que "el rector José Ángel Narváez ha querido apostar para que la investigación estuviera más incentivada, mejor financiada y que llegase a más gente". De ahí, que uno de los cambios fundamentales que ha traído el nuevo plan consigo haya sido la universalización de las ayudas a todo el personal que hiciese investigación en la Universidad. Ya no se distingue entre catedráticos, profesores contratados o asociados. Esto supone que son más de 1.500 personas los nuevos beneficiarios del plan. También era importante, como afirmó el vicerrector, contar con la dotación presupuestaria suficiente para ser "una herramienta que ayude a los investigadores de nuestra universidad a ser más competitivos en ámbitos autonómicos, nacionales y europeos".

Otra de las novedades es que se ha establecido un paquete de ayudas generadas y gestionadas por la OTRI para la transferencia de la investigación al tejido social y productivo. Este plan también ha querido fijar la atención en áreas en las que la investigación no tiene tanta tradición. Así hay partidas específicas para las ciencias sociales y jurídicas, las humanidades, la arquitectura y las bellas artes. "Económicamente tenemos capacidad de ofrecer muchísima cobertura, hemos dado un salto enorme, pero hay un límite presupuestario y la concurrencia es competitiva", explicó Teodomiro López. Igualmente consideró el vicerrector que este ambicioso se verá reflejado en la calidad de la UMA, "aunque esto no se consigue de un día para otro, tiene que ser evaluado a más medio plazo". Aunque todas las ayudas han aumentado cerca de un 50% desde 2015, las dedicadas a financiar las estancias de investigadores de la UMA en otros centros se ha incrementado en más de un 400%.

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