La UMA estrecha las relaciones con Filipinas en un foro entre ambos países

"España y Filipinas son floridas ramas del mismo roble milenario", escribía el filipino Pacífico Victoriano en 1915. Una historia común que comenzó a escribirse en 1521 con la llegada de Fernando de Magallanes a Filipinas, y que se retomó en 1947 al establecer las relaciones diplomáticas. Estos vínculos fueron resaltados ayer en el I Encuentro hispano-filipino organizado por el Vicerrectorado de Comunicación y Proyección Internacional de la Universidad de Málaga (UMA) junto a la Facultad de Derecho.

El evento se erige como una oportunidad "para fortalecer los acuerdos bilaterales entre ambos países". De esta forma, las relaciones políticas y culturales entre España y Filipinas así como el ámbito de la cooperación y la ayuda humanitaria fueron objeto de debate en diversas ponencias protagonizadas por el embajador de Filipinas en España, Carlos Salinas, y el jefe del departamento de Cooperación con el mundo árabe y Asia de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), Antonio González-Zavala.

"Es una pena que, a pesar de 500 años de vínculos comunes, se perdiera el español hace dos generaciones. Es la segunda lengua con más hablantes, por eso es importante formar a los formadores para que la enseñen en los colegios", incidió Salinas en su ponencia, centrada en el ámbito académico y cultural, en la que resaltó los acuerdos firmados con el Gobierno de España para restituir el idioma en Filipinas junto a diversos proyectos con el Instituto Cervantes.

En este sentido, destaca también el documental proyectado bajo el título El español en Filipinas, en el que se pone de manifiesto la importancia del español entre las lenguas que se hablan actualmente en el país asiático. Por ello, Salinas animó a las universidades de ambos países a fomentar la colaboración mediante medidas como intercambios de profesores o estudiantes.

Más allá de la lengua, las relaciones entre las dos naciones se han convertido en un estrecho lazo que se extiende fuera de las políticas exteriores. Así, en el aspecto económico, el embajador destacó el apoyo de España en el crecimiento de Filipinas: "A día de hoy, España sigue siendo un apoyo incondicional para establecer una economía competitiva a nivel mundial". Numerosas empresas cuentan con delegaciones y proyectos con base en el país del sudeste asiático. Unas relaciones económicas que, a ojos del embajador, suponen para esas entidades "una ventana para entrar en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), la cual cuenta con un mercado doméstico que aglutina a 10 países y 600 millones de personas". Salinas hizo hincapié en el crecimiento y potencial de Filipinas así como "el aumento de su credibilidad" fuera de Asia, lo que incentiva que el país reciba más inversiones.

Otro de los temas tratados se centró en la ayuda de la cooperación para el desarrollo. "La asociación en los últimos años está dando rendimientos favorables para ambas partes. Destaca que en el desastre provocado por el tifón Haiyan que afectó a Filipinas en 2013, una de las primeras unidades en llegar a la zona cero de Tacloban estuviera formada por ciudadanos filipinos formados por España", agregó González-Zavala. Una experiencia que fue narrada en el acto por el presidente de Bomberos en Acción de España, Francisco José Balanza.

Por su parte, González-Zavala desgranó los distintos proyectos e inversiones realizadas por la Aecid en Filipinas, entre los que destaca recientemente la firma del Marco de Asociación País (MAP), por el cual está previsto destinar durante su vigencia unos 50 millones de euros.

Este encuentro, que será clausurado mañana, se complementa con una serie de actividades en las facultades de Derecho, Filosofía y Letras y Estudios Sociales; en las cuales se abordarán aspectos políticos, culturales, artísticos y de cooperación internacional para profundizar en las relaciones bilaterales de ambos países.