La UMA 'inyecta' vitamina C al genoma del tomate
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Un consorcio internacional ha secuenciado el genoma de esta hortaliza · Las conclusiones de cerca de ocho años de investigación se acaban de publicar en 'Nature'Investigadores de la Universidad de Málaga participan en el proyecto internacional con el estudio de los genes que contribuyen a la biosíntesis de la vitamina C en los tomates
Novecientos millones de letras componen el genoma del tomate. Su organización en la cadena de ADN es la que determina el color, el sabor y las características de estas frutas. Un consorcio internacional en el que ha participado el grupo que dirige el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Málaga Miguel Ángel Botella ha invertido cerca de ocho años en descodificar la secuencia del ADN del tomate. La revista Nature, publicación de referencia en el mundo de la ciencia y la investigación, recoge en su número del pasado 31 de mayo un artículo que resume esta macroinvestigación.
El asunto no es baladí. En torno al tomate gira una poderosa industria agrícola y alimentaria, su alto consumo humano la convierte en la principal fuente de vitamina C para el hombre y, además, su secuencia genética sirve de modelo para desarrollar de forma rápida y barata todas las de las solanáceas, desde los pimientos hasta las patatas y para mejorar por métodos tradicionales las variedades actuales de tomate que se comercializan.
Estas son las razones que condujeron a un grupo de expertos reunidos en 2004 en San Diego (Estados Unidos) a crear un equipo internacional para desvelar el código genético del tomate. Aunque sólo hace ocho años, eran unos tiempos en los que las tecnologías disponibles convertían este trabajo en un asunto laborioso y caro. Por este motivo decidieron promover una investigación internacional pero con financiación nacional.
Genoma España, fundación púbica nacida para apoyar el desarrollo del sector biotecnológico, se involucró en el proyecto y destinó 3 millones de euros tanto para cofinanciar este proyecto como para desarrollar otras investigaciones relacionadas con la genética como por ejemplo identificar los genes que intervienen en la calidad de la fruta, sus vitaminas o azúcares.
El trabajo de Miguel Ángel Botella en este macroproyecto se ha centrado en los mecanismos de producción de vitamina C en el tomate, determinar cuáles son los genes responsables y poner al descubierto la ruta metabólica de la vitamina. "Hemos tratado de determinar cuáles son los genes más importantes en la biosíntesis de la vitamina C", porque no se trata de un solo gen, sino de varios.
El trabajo se ha desarrollado con dos variedades: el tomate Heinz, de uso común y popularizado por la salsa, y una variedad silvestre. El equipo de Málaga, que trabaja desde hace años en este campo, ha tratado también de analizar por qué el tomate silvestre contiene hasta tres veces más vitamina C que el primero. "Queríamos saber qué genes son responsables de esa mayor producción de vitamina C". También se ha comprobado que los silvestres disponen de "un reservorio de genes" relacionados con la resistencia que se han perdido en las variedades comerciales previsiblemente por culpa de los múltiples cruces que se han realizado para mejorar la variedad artesanalmente. También se ha tenido en cuenta la evolución histórica y se ha determinado que a lo largo del tiempo los tomates han sufrido dos triplicaciones completas de su genoma.
Se trata por tanto de una investigación básica, pero con la particularidad de tener una amplia y rápida aplicación. "A partir de ahora cualquier empresa que quiera hacer mejoras en su variedad de tomates que cultive y, por ejemplo, mejorar su resistencia, lo tendrá muy fácil porque ya tiene identificados en la secuencia dónde y en qué orden están esos genes".
Tradicionalmente los cultivos de tomate han ido mejorando sus variedades mediante lo que se ha conocido como genética clásica. Es decir, seleccionando y mezclando aquellos tipos que más interesaban al productor. Pero era un método lento. Ahora, una vez que la cadena de ADN ha sido desvelada, cualquier mejora en este sentido que se quiera hacer, ya sea para buscar plantas más resistentes o frutos más dulces o con más vitamina C, se puede hacer de manera mucho más simple porque ya se conoce qué genes están involucrados en una u otra característica.
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