La UMA patenta 24 inventos
Cartera. La Universidad de Málaga ha registrado 330 patentes en su historia de las que 210 siguen en vigor. De ellas 29 han sido compradas por empresas para su explotación
UNA prótesis de rodilla con ángulo de giro regulable sin necesidad de volver al quirófano cada vez que haya que hacer un ajuste, un dispositivo de lámparas LED para iluminar cavidades del organismo durante las operaciones, alimentación probiótica para especies de acuicultura o códigos de barras con tecnología RFID que, sin sobrecoste, aportan información de hasta la granja en la que se crió el pollo que se acaba de comprar en el supermercado. Estos son algunos ejemplos de los 24 inventos que los grupos científicos de la Universidad de Málaga (UMA) registraron el año pasado. De esta cifra, 13 corresponden a patentes españolas y 11 a peticiones de protección internacional.
La Oficina de Transferencia de los Resultados de la Investigación (OTRI), que se encarga de la gestión administrativa de las patentes, solicita primero la protección nacional y antes de que transcurra un año cursa la solicitud internacional que salvaguarda la propiedad de la invención en 140 países.
La Universidad de Málaga registró patentes por primera vez en su historia en 1990. Aquel año protegió dos inventos, aunque tuvieron que pasar 11 años antes de que en un único ejercicio se pudiera alcanzar 10 invenciones de golpe. Históricamente la carrera académica ha despreciado los inventos científicos. Ahora sí se tienen en cuenta en la promoción profesional pero su peso es todavía muy discreto en un currículum que sobre todo valora las publicaciones en las denominadas revistas de impacto.
Desde mediados de la década pasada la producción anual de patentes se ha mantenido por encima de la veintena, con picos notables como los 45 inventos protegidos en 2011, los 36 que se contabilizaron en 2012 y los 33 de 2010. Este ha sido el reflejo directo del interés institucional que las universidades han mostrado por este terreno que estuvo tantos años baldío. Sin embargo, en 2013 la cifra cayó de forma significativa. El recorte a la financiación de la I+D+I y el retraso en los diferentes programas que sufragan la actividad científica (la convocatoria nacional de 2013 se publicó a finales de año y todavía no se ha resuelto y convocatoria andaluza de 2012 se resolvió en diciembre de 2013 pero se publicó ayer en el BOJA) ha provocado una significativa caída de la actividad en este campo.
La Universidad de Málaga ha promovido a lo largo de su historia 330 solicitudes de patente tanto nacional como internacional, de las que 210 todavía están en vigor. Durante todo este periodo se han licenciado 29 patentes, es decir, se han alcanzado acuerdos con empresas privadas para su explotación comercial. Es decir, poco más del 8% de los inventos que han visto la luz en el seno de la universidad han logrado salir a la calle.
Entre las innovaciones que han gozado de mejor acogida en el mercado figuran una serie de patentes desarrolladas en el campo de la bioingeniería para la regeneración ósea y de cartílagos y otro grupo de inventos relacionados con la robótica quirúrgica, así como sistemas de iluminación LED.
La OTRI de la Universidad de Málaga tiene en este sentido abiertos dos frentes: uno para animar a los investigadores a patentar sus inventos y otro para buscar empresas interesadas en la explotación comercial de estas invenciones.
Desde la OTRI se trata, por un lado, de localizar investigaciones que sean susceptibles de proteger porque en muchas ocasiones los propios científicos ignoran su potencial y el interés que pueden representar para las empresas. En este sentido, las patentes no sólo protegen nuevos aparatos, sino también procesos. Por ejemplo, el año pasado se tramitó la patente de un método para predecir los fallos hepáticos fulminantes en pacientes con daño hepático inducido por fármacos, un problema que en la actualidad se detecta muy tarde, cuando la función hepática ya se ha alterado de forma irreversible en los pacientes. También se ha patentado una tecnología láser que permite realizar análisis en remoto de materiales. Es de utilidad, por ejemplo, cuando se tienen que efectuar pruebas a restos arqueológicos hundidos en fondos submarinos o en escenarios perjudiciales para la salud humana.
La gama de inventos de la UMA en 2013 también incluye, entre otros, una técnica quirúrgica para reparar los cartílagos de las rodillas más eficaz y con menos efectos colaterales que los métodos actuales o una serie de alimentos probióticos para peces de acuicultura que permiten obtener ejemplares que crecen más rápido y son más resistentes.
La búsqueda de empresas interesadas en la explotación comercial de los inventos es el segundo ámbito estratégico de la OTRI. En este caso, el objetivo es amplio: desde grandes corporaciones internacionales hasta spin-off nacidas en el ámbito universitario. Ferias, encuentros tecnológicos y portales de internet son los escenarios en los que se intentan mover los inventos de la universidad. A estos medios tradicionales se han sumado ahora las redes sociales (Facebook y Twitter) y últimamente mediante mensajes directos a potenciales interesados captados a través de la red de contactos Linkedin.
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