Las viviendas turísticas siguen en el centro del ojo del huracán del debate acerca del modelo turístico que debe llevar la ciudad. El alcalde, Francisco de la Torre, aseguró el pasado mes de mayo que ya iba siendo hora de cerrar el grifo, "no queremos más viviendas turísticas en Málaga". Antes, el Ayuntamiento pidió a la Junta que se alterará el ordenamiento que los rige, a fin de buscar más calidad en las viviendas a este fin. Ahora, Unidas Podemos (UP), pide una moratoria a las licencias de viviendas urbanísticas y un Plan Estratégico para su regulación. 

Desde UP afirman que "en Málaga hay más de 7.000 viviendas turísticas, con más de 30.000 alojamientos, lo que está causando graves problemas de convivencia con los vecinos y con las vecinas, está propiciando una competencia desleal con los hoteleros y, además, está generando un encarecimiento de los precios del alquiler para las familias".

La portavoz del grupo municipal, Paqui Macías, asevera que "no podemos mirar para otro lado en cuanto a la regulación de las viviendas turísticas. Málaga se ha convertido en la 'Ley de la Selva', donde los grandes especuladores y los fondos buitres están haciendo su negocio, su agosto, con un derecho fundamental como es la vivienda".

Macías insiste en que "es urgente que desde el Ayuntamiento se ponga en marcha un proceso participativo con los vecinos y con las vecinas, con los agentes sociales y con los hoteleros de esta ciudad para establecer un plan estratégico de regulación de las viviendas turísticas y, mientras tanto, es necesario una moratoria para que no sigan proliferando las viviendas turísticas en la ciudad de Málaga".

Asimismo, critica que el alcalde "no puede seguir mirando para otro lado mientras en la ciudad hay un grave problema con la vivienda y con los precios del alquiler. Jóvenes que no pueden emanciparse, trabajadores que tienen que destinar gran parte de su salario al pago de la mensualidad o familias que tienen que mudarse a la periferia para acceder a una vivienda en condiciones".

La portavoz de la confluencia de izquierdas en el consistorio añade que, en el plan estratégico que proponen, "es importante que haya incentivos para aquellas personas que tienen un piso turístico para que puedan convertir esa vivienda en un alquiler de larga duración".

La concejala Remedios Ramos afea que "el alcalde muestre su complacencia y colaboración con la proliferación especulativa de las viviendas turísticas en Málaga, mientras el precio del alquiler y del metro cuadrado no para de subir. Si quiere demostrar que defiende el interés general, tendrá que poner marcha las medidas que proponemos".