La Unión, un fracaso contra el 'yihadismo'

El Tunecino y otras 17 personas fueron detenidas en 2005 acusados de formar una célula para reclutar 'muyahidines'. El caso se cerró sin ninguna condena

La Policía, en una imagen tomada el 19 de diciembre de 2005, conduce a uno de los detenidos en la operación La Unión.
La Policía, en una imagen tomada el 19 de diciembre de 2005, conduce a uno de los detenidos en la operación La Unión.
Encarna Maldonado Málaga

15 de marzo 2014 - 01:00

El ciudadano tunecino afincado en Málaga Chafik Jalel Ben Amara Elmedjeri fue una de las 18 personas detenidas en diciembre de 2005 en la operación La Unión, que cinco años después concluyó con el archivo de la causa para 15 imputados y la absolución de los dos únicos que llegaron a sentarse en el banquillo.

Convertida finalmente en un fiasco, aquella fue una de las primeras operaciones desarrolladas en España contra la captación y formación de yihadistas. La Policía informó entonces que la célula se había forjado en torno a la mezquita de la calle La Unión y que captaba a jóvenes dispuestos a inmolarse en atentados terroristas en las filas de AlZarqawi, el líder de Al Qaeda en Iraq muerto durante un ataque aéreo estadounidense pocos meses después.

La Policía situó al frente de la red a Hiyag Maan, alias Abu Sufián, detenido en Nerja junto a otras dos personas entre ellas un imam procedente de Ceuta y conocido en ambientes radicales. Solo Chafik El Tunecino y Abu Sufián fueron juzgados y ambos fueron absueltos. La Fiscalía de la Audiencia Nacional afirmaba que El Tunecino había suministrado documentación falsificada a la célula, destinada a los muyahidines dispuestos a desplazarse a Iraq. Le pedía dos años de cárcel. Fuentes consultadas han señalado la alta calidad de los documentos que se aprehendieron en la actuación policial. La Fiscalía de la Audiencia Nacional reclamó otros ocho años de cárcel para Sufián por colaboración con organización terrorista.

Ambos se sentaron en el banquillo el 15 de abril de 2010. Negaron las acusaciones, afirmaron que ni siquiera se habían conocido con anterioridad a las detenciones y, finalmente, fueron absueltos.

En la operación La Unión fue también detenido Andrei Masuri o Misha, alias Amin Al Ansari o Sergei Malyschew. Se trata de un ciudadano de Bielorusia que tenía entonces 30 años y que la Policía afirmaba que había recibido entrenamiento en Chechenia y Azerbaiyán. Experto en armas químicas murió seis meses antes de que se celebrara el juicio en un extraño episodio en La Línea de la Concepción (Cádiz).

Masuri recibió en octubre de 2009 siete puñaladas y perdió la vida apenas unos minutos después de ingresar en el hospital de La Línea. Casi de forma inmediata fue detenido un menor, de 17 años de edad, acusado de ser el autor material del crimen.

El fallecido había llegado a la Línea de la Concepción el día antes de su muerte y se había alojado en un hostal del centro del municipio. Aunque la Policía oficialmente descartó que este crimen tuviera relación alguna con los movimientos islamistas violentos, lo cierto es que después de su muerte la Policía movilizó a los Tedax, expertos en explosivos, desde Sevilla para que se hicieran cargo del equipaje del fallecido. Los agentes retiraron de la habitación que ocupaba dos maletas, una mochila y una caja. Posteriormente Misha fue enterrado en el cementerio de Fuengirola. Entre las personas que ni siquiera llegaron a juicio porque la causa contra ellas se archivó durante la instrucción figura un marroquí de 22 años de edad, hijo de un profesor universitario de su país y estudiante de Informática en Málaga.

La Policía dijo entonces que el joven había sido adoctrinado y estaba dispuesto a protagonizar un atentado suicida en Iraq.

Al margen de que estas sospechas finalmente no cobraran cuerpo, lo cierto es que el estudiante había roto las relaciones con su familia en Marruecos y que la Policía lo localizó alojado en una mezquita de Benalmádena.

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