Málaga

La Universidad de Málaga impulsa un pabellón docente dotado de sistemas de inteligencia artificial

  • Dispondrá de dispositivos que ajustan las condiciones para mejorar el confort de alumnos y profesores

Infografía del diseño del pabellón.

Infografía del diseño del pabellón. / M. H.

Un equipo multidisciplinar formado por investigadores de las escuelas de Arquitectura, Ingeniería Industrial y Ingeniería de Telecomunicaciones de la Universidad de Málaga ha diseñado un espacio docente completamente innovador y en el que se aplican técnicas de inteligencia artificial. Partiendo de este proyecto, la institución académica acaba de activar la contratación de estos trabajos, valorados en casi 440.000 euros (sin IVA) y con un plazo de materialización de cuatro meses. El objetivo es generar un aula al aire libre como espacio educativo semi exterior que pueda ser utilizada por cualquier grupo reducido de la Universidad “aplicando técnicas novedosas de diseño paramétrica e inteligencia artificial”. 

Una de las particularidades de la iniciativa es que se podrían mejorar las condiciones exteriores “a través de la cubrición de este espacio educativo y de la implementación de sistemas activos que funcionen a través de captación de energía sobre la cubierta de este espacio”.

De acuerdo con los detalles técnicos recogidos en el pliego de condiciones que rige este procedimiento, el bautizado como E4 Espacio Exterior Educativo Eficiente, tendrá capacidad para un aforo de unas 35 personas. El interior del aula alberga tres sub-espacios que permiten cierta flexibilidad en su uso docente. Una de estas zonas es un graderío a tres niveles, donde se sientan los alumnos. Este aforo se encontrará bajo cubierta, con una superficie de 110 metros cuadrados. 

El diseño se ha realizado mediante un software que permite adaptar este mismo prototipo a cualquier otro espacio del campus universitario. En el proceso de elaboración, se precisa en la documentación, se empleó un escaneo láser 3D para obtener una nube de puntos del espacio.

Para ello se toman en consideración 45 parámetros de uso, ambientales, formales, espaciales, organizativos, estructurales y climáticos que definen el edificio y todas las configuraciones posibles según el entorno en el que se inserte. Esto permite agilizar el diseño de proyectos similares en un 60%, según se destaca. El prototipo a escala se está realizando mediante sistemas de fabricación digital robótica aplicadas a la impresión 3D, a fin de que sea empleado para el estudio de su comportamiento.

Para su formalización se opta por el uso de superficies curvas, ejecutadas como cáscaras de hormigón. La traza de estas curvas se basa en catenarias que disminuyen las tensiones de tracción y que permiten simplificar constructivamente la ejecución. 

Los responsables del proyecto apuntan que para lograr una completa utilización del espacio, éste ha de adaptarse desde su diseño inicial a la climatología del entorno. Según los técnicos, uno de los problemas principales se relaciona con las corrientes de aire no controladas. Así, el propósito es que el Proyecto E4 colabore en atemperar las condiciones climáticas exteriores para crear un ambiente “lo suficientemente agradable como para desarrollar la actividad planteada”.

Y para ello se plantean barreras contra el viento, sombreamiento, que se han tenido en cuenta en el diseño arquitectónico; aislamiento e inercia térmicas, evitando el sobrecalentamiento a lo largo del día y favoreciendo el enfriamiento nocturno; se desarrolla un sistema de superficies radiantes con tubos embutidos por los que circula agua y mejoran la sensación térmica interna en invierno en al menos 5 grados centígrados.

Al tiempo, el plan incluye la instalación de 184 módulos fotovoltaicos hexagonales en la cubierta del pabellón que suministrarán la energía necesaria para la bomba de calor del suelo radiante y los sensores.El edifico también se dota de sistemas inteligentes, contando con sensores para medir variables relacionadas con el confort y la eficiencia energética, caso de la temperatura ambiente, la humedad, la presión atmosférica, la temperatura en superficie, el nivel de CO2… A estos hay que sumar sensores infrarrojos pasivos de detección de presencia, sensores infrarrojos activos de ocupación en las gradas, cámaras y sensores de diferencial térmico. 

El pabellón E4 contará, asimismo, con algoritmos de Inteligencia Ambiental (IA) que se encargarán de una predicción de la sensación térmica, así como de la detección de la ocupación para el control de los sistemas para maximizar tanto la eficiencia energética como el confort de las personas.

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