Urbanismo acepta variar el plan para acabar con los malos olores del río

Da luz verde a la petición de OHL para sustituir la draga, averiada, por otros medios Se prevé mes y medio para finalizar la obra

S. Sánchez Málaga

23 de septiembre 2014 - 01:00

La Gerencia de Urbanismo da luz verde al cambio de proyecto planteado por la empresa adjudicataria para solucionar el problema de malos olores en la parte baja del río Guadalmedina. Según confirmó ayer el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, a este periódico, el departamento ha autorizado a OHL la modificación de las condiciones de intervención, que inicialmente pasaban por la utilización de una draga anfibia para limpiar los lodos y limos del cauce.

Sin embargo, esta máquina se averió a los pocos días de empezar a funcionar, al parecer, por la escasa profundidad del encauzamiento. A esto se añadió el informe de los técnicos de la constructora incidiendo en que no existen garantías de que este contratiempo no vuelva a producirse de contar con otro dispositivo semejante. En este escenario, la empresa propuso la semana pasada una variación significativa en el modo de acometer la actuación, ahora asumida por el Ayuntamiento. Aparcada la draga, OHL pasa a desarrollar los trabajos de limpieza del fondo del cauce mediante medios mecánicos terrestres.

La respuesta afirmativa de Urbanismo se produce después de que los técnicos municipales vinculados a esta obra emitiesen un informe favorable a la propuesta de la firma privada. La oferta de OHL seleccionada para eliminar el hedor que emana de este punto del río, debido a la acumulación de sedimentos en el fondo del cauce, contemplaba el desarrollo de las actuaciones necesarias en un plazo de dos meses, con un presupuesto de 476.754 euros. Desde Urbanismo indicaron que el plazo que se maneja ahora para concluir la actuación es de mes y medio.

Sin embargo, los problemas técnicos con los que se ha topado están alargando muy por encima de lo previsto el calendario de ejecución de la actuación. Un muestra de ello es que la complejidad administrativa que hubo de sortear la empresa para conseguir una draga anfibio, procedente de suiza, hizo que desde que se conociese la contratación de la obra, a finales de febrero, hasta el comienzo de las tareas, a mediados de agosto, hayan pasado más de seis meses. Este primer contratiempo se vio completado por la avería de la máquina pocas semanas más tarde, lo que obligó a paralizar por completo la intervención hasta la jornada de ayer, cuando, según el edil, parece que se retomaron los trabajos.

Uno de los riesgos que pesa sobre este proyecto es la necesidad de que los trabajos se efectúen fuera del calendario de lluvias. Es por ello por lo que el Consistorio llegó a aplazar casi un año la contratación del servicio, con el fin de que la eliminación de los lodos se efectuase en los meses de verano. Con el retraso acumulado, existe el riesgo de que la lluvia haga acto de presencia durante el periodo de actuación. Esta circunstancia obligaría nuevamente a detener la intervención, ante la posibilidad de avenidas en el cauce del río.

stats