Urbanismo apercibe a OHL por el retraso en la solución a los malos olores del río

Los trabajos, contratados a finales de febrero, siguen sin comenzar a pesar de que la idea es que se desarrollasen en julio y agosto

Vista de la desembocadura del río Guadalmedina.
Vista de la desembocadura del río Guadalmedina.
S. Sánchez Málaga

07 de agosto 2014 - 01:00

La obra con la que el Ayuntamiento de Málaga pretende poner solución a los históricos malos olores de la desembocadura del río Guadalmedina se embarra. Casi seis meses después de que los trabajos fuesen adjudicados por la Gerencia de Urbanismo a la firma OHL, las actuaciones siguen pendientes de su inicio. Una circunstancia que ha motivado el envío de un apercibimiento por parte del departamento municipal a la constructora ante la amplia demora acumulada.

"Desde Urbanismo le hemos hecho un apercibimiento para que inicien las obras cuanto antes", expusieron desde el ente. El interrogante que por el momento no se atreven a contestar en el organismo es si se fijará alguna penalización económica a la constructora, conforme a lo que marca el pliego de condiciones que rigió el concurso público en el que fue seleccionada. Sobre ello, las fuentes consultadas indican que se trata de una posibilidad, aunque insistieron en ver primero si los trabajos se desarrollan en unos plazos adecuados.

Según fuentes del Consistorio, la previsión inicial apuntaba al desarrollo de los trabajos de adecuación de la parte baja del cauce entre principios de julio y finales de agosto. Sin embargo, a día de hoy no hay presencia alguna de máquinas en el río ni una fecha cierta para que las tareas arranquen. La situación puede incluso agravarse de mantenerse el aplazamiento de los trabajos, dado que uno de los objetivos principales del Ayuntamiento era que las actuaciones se llevasen a cabo en los meses de verano, evitando de ese modo el riesgo de lluvias. Bien es cierto que el periodo crítico en el caso de la capital se fija a partir de octubre.

Desde la Gerencia de Urbanismo se aclara que la razón del retraso hay que encontrarlo en la tardanza que está sufriendo OHL para disponer de una máquina especial, dotada de una draga, y mediante la que llevar a cabo el proyecto de limpieza del fondo del cauce en los términos dispuestos en el pliego de condiciones. Según las fuentes, parece que la larga tramitación seguida hasta la fecha está cerca de su conclusión, pendientes de la remisión de un permiso por parte de la embajada de Suiza, país del que procede el dispositivo.

El mismo es una máquina anfibia con la que extraer los fangos y lodos acumulados en el lecho del río sin tener que vaciar el cauce de agua. La intervención contratada a OHL prevé una primera fase consistente, precisamente, en la retirada del material acumulado, generador en buena medida de los malos olores en situaciones de altas temperaturas. Los sedimentos habrán de ser trasladados a una planta especial para su tratamiento.

La segunda etapa supone colocar un dique a la altura del puente del Carmen y vaciar el cauce de agua hasta el puente localizado junto al Centro de Arte Contemporáneo (CAC). Una vez dado este paso, la intención de la empresa es reformar la escollera existente en la actualidad y pavimentar el río para evitar que vuelvan a acumularse lodos. El paso siguiente será permitir de nuevo la entrada de agua a esta parte del Guadalmedina y reactivar el sistema de bombas ya existente para la regeneración diaria del agua.

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