Urbanismo asume que tendrá que pagar parte de la insonorización del Echegaray

FCC dice que no pagará la totalidad de los 220.000 euros de la reparación El Cervantes, a la espera para realizar su programación

S. Sánchez Málaga

05 de julio 2013 - 01:00

Las taras que arrastra el Teatro Echegaray casi cuatro años después de ser rehabilitado vuelven a poner en peligro su programación cultural. A dos semanas de que se dé por concluida la temporada de espectáculos en este espacio y a dos meses de que tenga lugar el inicio del nuevo periodo, la Gerencia de Urbanismo sigue sin cerrar un acuerdo definitivo con FCC, adjudicataria de la adecuación del inmueble y a la que el organismo apunta como responsable de los defectos acústicos, para corregir unas deficiencias valoradas en 220.000 euros y cuyos trabajos requerirán de unos dos meses.

Los acontecimientos ocurridos en las últimas semanas apuntan en una dirección distinta de la que el ahora coordinador general del organismo, Diego Maldonado, puso sobre la mesa a finales de 2012. En ese momento, en la Comisión de Ordenación del Territorio, Maldonado responsabilizó a FCC de lo ocurrido y señaló la necesidad de que asumiesen el costo de las reparaciones. Sin embargo, hoy por hoy el punto de encuentro entre las dos partes no pasa por que la adjudicataria pague la totalidad de los trabajos, sino parte de ellos.

"El acuerdo es que se harán cargo de un porcentaje alto del coste de reparación", admitieron fuentes del ente, quedando el restante en manos del propio Consistorio. Lo que resta por definir en este momento es a cuánto asciende esa aportación privada. Elemento nada baladí. Esta indefinición se viene arrastrando desde que en 2009 se detectaron los primeros problemas con la acústica del teatro. En esas primeras semanas de funcionamiento se dio la situación de que ciertas representaciones y actuaciones musicales llegaban a oídos de los vecinos del entorno, al tiempo que era habitual escuchar las campanas de una iglesia cercana en el interior de inmueble.

Trasladada la cuestión a la directora del Teatro Cervantes, Charo Ema, responsable de la programación que se lleva a cabo en el Echegaray, ésta fue clara en sus explicaciones: "La pelota está en el tejado de Urbanismo; estamos pendientes de lo que nos diga". "Lo que sí pedimos es concreción en las fechas para poder adaptar la programación", añadió, al tiempo que apuntó que si no es posible efectuar las reparaciones en la construcción en el impás entre el cierre de la presente programación y el inicio de la nueva, "habría que irse a otro año".

Hay que recordar que este problema de insonorización obligó ya con anterioridad al área de Cultura a adecuar la oferta del Echegaray, evitando ciertos espectáculos, caso del festival de Jazz, que de preverse en esta sala cambió su ubicación al Cervantes. Buena parte del problema con el que ahora se encuentra el Ayuntamiento deriva de la decisión de devolver a FCC los 200.000 euros del aval constituido al inicio de la obra y que debía servir para afrontar cualquier imprevisto en la obra.

Las quejas vecinales sobre el ruido que manaba del interior del edificio fueron varias tras la apertura del teatro. Así lo constató en aquella ocasión el jefe de departamento de Arquitectura, Javier Pérez de la Fuente, quien explicó que no se tuvieron en cuenta dichas quejas porque se asumió que la intervención se hizo conforme al proyecto previsto.

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