El proyecto de recuperación y transformación de la vieja cárcel de Cruz de Humilladero, en Málaga capital, en un centro cultural y multidisciplinar, echa a andar. Y lo hace con el impulso de las actuaciones necesarias para acondicionar la parte del edificio en la que se desarrollará la primera de las fases del proyecto municipal. La Gerencia de Urbanismo acaba de sacar a concurso, por un valor cercano a los 411.000 euros (IVA incluido) y un plazo de dos meses, los trabajos de demolición parcial que se requieren en esta parte de las instalaciones. 

Grosso modo, según las previsiones municipales, la intervención va a permitir la limpieza y el desbroce de la vegetación existente en los patios, accesos y foso perimetral; se comprobará la estabilidad de carpinterías exteriores en las fachadas, así como la fijación o retirada de las cubiertas de chapa susceptibles de desprenderse; se limpiarán los espacios interiores, retirando enseres, escombros acumulados en todo el recinto, las fachadas; se limpiarán las cubiertas; se demolerán todos los falsos techos en mal estado, así como los alicatados, las solerías, los morteros  o yesos desprendidos…

El paso ahora dado por Urbanismo es necesario para afrontar el año que viene las primeras etapas del proyecto bautizado como Distrito 6, con el que se quiere convertir la antigua cárcel en un espacio de expresión creativa y producción local. Así lo plantearon a finales del año pasado el alcalde, Francisco de la Torre; el jefe de Servicio de Obras en Patrimonio Municipal, Francisco Eguilior, y Carlos Baztán, arquitecto y reconocido experto en esta materia, en la presentación de la propuesta.

La intervención se contempla por fases, contando la inicial con un presupuesto de unos 12 millones de euros. El valor total estimado para el proyecto se estima en 24. Las previsiones iniciales sitúan la apertura de la primera fase en 2022 y la finalización de la operación en 2025. La pretensión del equipo de gobierno es que Distrito 6 sea un centro multidisciplinar, con espacios flexibles de creación, producción, exhibición y experimentación, además de que contará con espacios compartidos para uso individual y colectivo. 

El plan contempla una extensión de nueva plantaque ocuparía los sectores noreste y noroeste (los que quedarían disponibles tras las demoliciones) con una solución total de 14.500 metros cuadrados construidos y cinco mil metros cuadrados libres (la manzana de la vieja prisión ocupa una superficie de 14.000 metros cuadrados, con una superficie construida en dos plantas de 11.000 metros cuadrados y ocho mil metros cuadrados ocupados por los espacios libres, sobre todo los interiores).