Urbanismo defiende que la torre del puerto de Málaga se hubiese hecho por concurso
Aunque admite la legalidad del proceso seguido, cree que un concurso de arquitectura hubiese sido "más abierto y reflexivo para generar nuevas ideas y estimular el debate público"
Málaga/El hotel del puerto de Málaga sigue siendo objeto de controversia. Incluso cuando parece encarar la recta final de una larga tramitación administrativa y urbanística, que en última instancia quedará en manos del Consejo de Ministros, se conocen pronunciamientos técnicos que, como poco, alimentan la duda respecto al procedimiento elegido por la Autoridad Portuaria para ir adelante con esta iniciativa.
Y no de cualquier estamento, sino de los encargados en la Gerencia de Urbanismo se revisar, analizar y contestar las decenas de alegaciones a las que ha sido objeto la modificación de elementos del Plan Especial del Puerto necesaria para encajar la torre. En una de las respuestas emitidas a las observaciones realizadas por el Colegio de Arquitectos, José Carlos Lanzat, arquitecto de la Gerencia, y Elena Rubio, jefa del departamento de Planeamiento, vienen a admitir cierta discrepancia con el proceso.
Aunque ambos son claros respecto a la legalidad de la actuación del Puerto, coinciden con el Colegio de Arquitectos en la oportunidad de haber impulsado un concurso público de arquitectura como base de la posterior concesión de los terrenos del morro del dique de Levante.
"En relación a la propuesta de plantear un concurso público de arquitectura, se comparte la opinión de que esta propuesta hubiera sido un procedimiento más abierto y reflexivo para generar nuevas ideas y estimular el debate público", se dice textualmente. Para después precisar que la decisión al respecto escapa al ámbito del Consistorio, al ser competencia de la Autoridad Portuaria.
No obstante, los técnicos abundan en la idea del concurso abierto recordando que fue justamente éste el procedimiento elegido por el propio organismo portuario para impulsar la transformación del muelle 2, donde hoy se levanta el Palmeral de las Sorpresas, y en la plataforma de San Andrés. En el primer caso, el modelo seguido fue el de un concurso internacional de ideas que acabó siendo fallado a favor del arquitecto Jerónimo Junquera.
Frente a esta opción, el organismo portuario, en aquel momento con Paulino Plata al frente, restringió el mecanismo a una competencia de proyectos, fórmula con la que se redujo de manera significativa el plazo disponible para que las empresas interesadas pudiesen presentar sus propuestas. Al factor tiempo se sumó el hecho de que el pistoletazo de salida al concurso del hotel se dio sobre la base de la petición que meses antes había realizado un grupo inversor de origen catarí, justo el que finalmente se hizo con la concesión provisional de los terrenos.
La respuesta de los técnicos de Urbanismo incide sobre un proceso que no estuvo carente de dudas. Al mismo, casi por sorpresa, acabaron concurriendo dos empresas. Una, bajo el nombre de Andalusian Hospitality II; la otra, de un consorcio llamado Light Tower Puerto de Málaga, de la que se ignoraba por completo el respaldo económico y técnico que poseía.
De hecho, tras el análisis de la documentación presentada, esta proposición fue descartada tras observarse que no cumplía satisfactoriamente la mayoría de exigencias marcadas en las bases del pliego. Entre ellas las de solvencia técnica, económica y profesional. Desechada la opción alternativa, el camino quedó expedito para el fondo catarí, que mantiene firme su apuesta.
Ante la observación realizada por el Colegio de Arquitectos acerca del rechazo esgrimido por Urbanismo al uso hotelero solicitado por el Puerto en 2007, los técnicos municipales justifican que a diferencia de lo ocurrido en aquel momento ahora existe consenso entre la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento. "Se reclamaba la necesidad de un consenso explícito asumido tanto por la Autoridad Portuaria como por el Ayuntamiento al tratarse de una superficie del puerto de carácter excepcional (tanto en los urbanístico como en lo paisajístico) que provocaba miedos y dudas razonables sobre su destino y la decisión de establecer o no un importante volumen en la parcela colindante a la recientemente construida estación de cruceros", recoge la contestación.
Y se añade: "Al margen de estar de acuerdo o no, hoy día el trámite de la modificación se ampara en todos estos supuestos, puesto que responde a un consenso previo entre las administraciones implicadas, existe una iniciativa y proyecto concreto de hacerla viable, ha despertado el interés y debate entre la ciudadanía…".
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