Urbanismo da el enésimo ultimátum a la promotora del centro deportivo de Teatinos
Vuelve a advertir con rescatar la concesión de la parcela después de que han transcurrido más de diez años sin impulsarse el proyecto
Desde que en abril de 2005 la Gerencia de Urbanismo adjudicó a la empresa Udisa la concesión de una parcela de 30.000 metros cuadrados en las proximidades de la Ciudad de la Justicia para la construcción y explotación de un centro deportivo, lo único que se han sucedido son los ultimátums por parte del organismo municipal hacia la promotora. Los avisos se acumulan ante la inacción por parte de la firma ahora presidida por Emilio López Caparrós, quien tomó el testigo de Joaquín Erroz Lecumberri el pasado mes de febrero. Éste se comprometió, tras abonar un canon de 6 millones de euros, a materializar una inversión próxima a los 50 millones de euros. Con este nuevo aviso son al menos cinco los realizados.
De lo previsto, hasta la fecha, nada de nada. La estampa actual del que iba a ser el centro deportivo de Bizcochero-Capitán, permanece invariable. Desde hace varios años apenas deja entrever la construcción de una hilera de pilares en lo que debería ser el subterráneo de una construcción. Más allá de eso, no se levanta un solo ladrillo. No parece, por el devenir de los acontecimientos que ello vaya a ocurrir en el corto plazo. La razón, esgrimida ejercicio tras ejercicio por Udisa, es el problema de financiación con el que se topa el proyecto. Y ante esta situación, la posición de partida de los responsables de Urbanismo vuelve a ser la de poner sobre la mesa un ultimátum.
"Le hemos dado un plazo razonable para que en este año se pueda reactivar la obra", explican desde el ente municipal. Las fuentes concretan la existencia de varias reuniones en las últimas semanas con los promotores, en las que se habría insistido en la necesidad de recuperar la iniciativa. ¿Y si no? Si no, añadieron, el Ayuntamiento ejercería el derecho de rescatar la superficie por el incumplimiento por parte de los privados, sin que ello diese derecho a Udisa a recuperar los 6 millones ya desembolsados por el derecho de concesión sobre la parcela.
El documento que fijó las condiciones del concurso en el que fue seleccionada Udisa obligaba a la concesionaria a construir "todas las instalaciones" definidas en el proyecto en un plazo de 18 meses a contar desde la entrega de la licencia de edificación, permiso que la Gerencia de Urbanismo aportó en septiembre de 2007, tres meses después de que le fuese denegada por una serie de discrepancias. Pero, transcurridos ocho años, no hay señal alguna.
Cuando se pregunta por la respuesta que dan desde la empresa, en Urbanismo apuntan a que siguen en la búsqueda de un socio externo que aporte financiación a la iniciativa. El mensaje se repite de manera casi mimética en los últimos años. ¿Qué ha variado? La principal diferencia sería la nueva posición de fuerza que muestra Urbanismo, cuya plasmación quedará o no demostrada en apenas unos meses si Udisa no es capaz de reactivar el proyecto.
A esto se suma que la presunta recuperación económica, que hace prever una mejoría aún mayor en el sector de la construcción en 2016, permite en el seno de la Casona del Parque ser más optimistas respecto a la existencia de nuevas empresas interesadas en asumir lo que no ha podido impulsar Udisa. Sobre este punto, en Urbanismo aseguran que ha habido en los últimos tiempos varias firmas interesadas en la construcción d el centro deportivo.
La polémica envuelve esta actuación desde su mismo origen. El mismo día en que el Consejo de Administración de la Gerencia de Urbanismo adjudicó a Udisa el derecho de superficie, en abril de 2005, los grupos de la oposición reclamaron la retirada del punto, al sospechar de los intereses especulativos de la promotora. La intervención incluía un techo edificable de 16.000 metros cuadrados, permitiendo la construcción de un establecimiento cubierto, mientras que al aire libre se crearán 14 pistas de pádel, tres campos de fútbol 3x3 y otras pistas polideportivas. Además, dispondrá de dos plantas subterráneas de aparcamiento para 1.120 plazas. Desde la concesión, transcurrieron casi dos años antes de que Urbanismo diese luz verde a la propuesta de actuación debido a los desajustes existentes en el proyecto vinculados con el suelo destinado a uso comercial.
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